
Cuando un dolor se vuelve urgente, pero no hay hospital cerca ni médico de guardia, la desigualdad en salud se hace evidente. Para muchas comunidades del país, especialmente en el conurbano profundo o zonas rurales, esa es la situación cotidiana. En ese escenario, la telemedicina emerge como una herramienta que no solo moderniza el sistema, sino que repara una deuda histórica.
Una de las claves está en las estaciones de atención virtual: tótems interactivos que permiten tener una videollamada con profesionales clínicos, pediatras o psicólogos, sin necesidad de tener celular ni conexión propia. Son cabinas simples, instaladas en espacios comunitarios, que devuelven algo esencial: el derecho a ser atendido.
Firmas como IT Consult S.A., en conjunto con Doctor Virtual S.A., ya instalaron estos dispositivos en municipios como Escobar, San Vicente, Almirante Brown y Ezeiza, donde vecinos pueden resolver consultas médicas en el momento. Al finalizar, se llevan recetas digitales, órdenes de estudios o certificados médicos. El servicio está activo incluso en zonas con brechas digitales o sin internet estable.
Según datos relevados por los municipios, más del 80% de los casos atendidos se resuelven en esa misma consulta. Además de ahorrar tiempo y costos de traslado, la herramienta permite descongestionar guardias y priorizar los casos más urgentes. También representa un alivio para sistemas de salud municipales con recursos limitados.
La experiencia no se limita a lo clínico. En Florencio Varela y San Vicente, los dispositivos ofrecen atención psicológica las 24 horas, pensada para acompañar crisis emocionales, cuadros de ansiedad o situaciones de violencia familiar. La demanda, según explican desde el municipio, crece semana a semana.
Este modelo de atención remota también permite llegar con campañas de prevención, seguimiento de enfermedades crónicas y educación en salud. No reemplaza al médico tradicional, pero acerca soluciones inmediatas a quienes, muchas veces, no tienen ninguna. Y ese cambio ya se está viendo: menos traslados, menos espera, más acceso.
La telemedicina no es solo innovación tecnológica. En estos barrios, significa acceso, equidad y dignidad. Y si se expande con planificación y voluntad política, puede ser uno de los cambios estructurales más importantes en la salud pública de los próximos años.