
Las relaciones entre India y Estados Unidos han entrado en una nueva fase de tensión, luego de que la agencia Reuters reportara que el gobierno indio habría decidido pausar planes para adquirir armamento y aviones estadounidenses, en respuesta a la reciente decisión del expresidente Donald Trump de aplicar nuevos aranceles comerciales contra India.
El informe, que cita a tres funcionarios bajo condición de anonimato, sostiene que las adquisiciones congeladas incluirían:
Vehículos de combate Stryker;
Misiles antitanque Javelin;
Seis aviones de reconocimiento Boeing P-8I, con un valor total estimado de 3.600 millones de dólares.
Además, se habría cancelado una visita oficial del ministro de Defensa Rajnath Singh a Washington. Según los informantes, la decisión no fue formalizada por escrito, pero refleja una actitud de "espera" hasta que se aclare la relación bilateral tras las medidas proteccionistas estadounidenses.
Horas después de la publicación de Reuters, el Ministerio de Defensa indio emitió un comunicado en el que califica el reporte de "falso y fabricado", asegurando que no hay ninguna pausa en las conversaciones ni en los procedimientos regulares de adquisición con EE.UU.
"El proceso de adquisición de material de defensa se rige por protocolos estándar y está en curso como de costumbre", afirmó una fuente oficial al diario Times of India. El gobierno evitó mencionar directamente los aranceles de Trump, aunque subrayó la "madurez" de las relaciones bilaterales.
La controversia surge justo cuando Donald Trump, candidato presidencial en campaña, anunció un arancel del 25% a productos industriales indios, en un gesto que reaviva viejas fricciones comerciales entre ambos países. Aunque el expresidente luego matizó sus declaraciones diciendo que "las conversaciones siguen", el daño diplomático ya estaba hecho.
India, que en los últimos años diversificó sus proveedores de defensa hacia Francia, Rusia e Israel, podría estar recalculando su dependencia militar de Washington. No obstante, el rechazo oficial sugiere que, al menos por ahora, las relaciones estratégicas continúan intactas en la superficie.
La tensión entre India y EE.UU. refleja cómo los intereses comerciales pueden interferir en alianzas militares, incluso entre socios estratégicos. El reporte de Reuters, aunque negado, revela posibles fisuras o, al menos, una diplomacia más cautelosa. Mientras Washington define su rumbo electoral, Nueva Delhi parece estar dejando claro que sus compras no están garantizadas cuando se pone en juego su soberanía económica.