11/08/2025 - Edición Nº916

Internacionales

Carrera presidencial

Chile: los tres independientes que desafían a los partidos tradicionales

09/08/2025 | Tres aspirantes sin partido lideran la recolección de patrocinios para competir en las presidenciales del 16 de noviembre.



En Chile, la carrera presidencial de 2025 no solo está marcada por los nombres de los partidos tradicionales. Tres candidatos independientes avanzan con fuerza en la recolección de firmas, buscando asegurar su presencia en la papeleta electoral del próximo 16 de noviembre. El proceso, regulado por el Servicio Electoral (Servel), exige alrededor de 35.361 patrocinios para que un aspirante pueda inscribir oficialmente su candidatura.

El plazo para cumplir con este requisito vence el 18 de agosto, y la competencia por captar apoyos ciudadanos se intensifica. Aunque más de 300 personas han iniciado el proceso, solo un pequeño grupo parece tener opciones reales de alcanzar la meta. Estos nombres han logrado movilizar redes y visibilidad mediática, factores claves en una contienda donde cada firma cuenta.

Marco Enríquez-Ominami, el veterano de las urnas

El cineasta y exdiputado Marco Enríquez-Ominami (MEO) busca su quinta postulación a La Moneda, tras liderar durante años el desaparecido Partido Progresista. Con un discurso centrado en la renovación política y la crítica a la clase dirigente, MEO ha logrado superar el umbral legal con unas 36.000 firmas, asegurando así su lugar en la papeleta. Su trayectoria y reconocimiento nacional lo convierten en uno de los independientes con mayor proyección electoral.

Para Enríquez-Ominami, esta candidatura representa una oportunidad de reivindicar su figura política después de procesos judiciales y derrotas electorales previas. Su mensaje apela a un electorado desencantado con los partidos y en busca de alternativas que combinen experiencia con un relato de cambio.

Harold Mayne-Nicholls, del deporte a la política

El periodista y dirigente deportivo Harold Mayne-Nicholls, recordado por su gestión como presidente de la ANFP y su papel en la organización de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, ha sorprendido al situarse entre los líderes en la recolección de patrocinios. Con cerca de 31.000 firmas, se encuentra a unas 4.000 de la meta, y confía en alcanzar el objetivo antes de la fecha límite.

Mayne-Nicholls ha enfocado su propuesta en la ética pública y la eficiencia en la gestión estatal, tomando como referencia su experiencia en el mundo del deporte. Su perfil técnico y alejado de la política tradicional le ha permitido conectar con un segmento ciudadano que busca liderazgo sin vínculos partidistas.

Eduardo Artés, la voz de la izquierda radical

Desde la vereda opuesta del espectro político, Eduardo Artés, profesor y dirigente del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), ha declarado reunir más de 30.000 firmas. Su candidatura se sostiene en un discurso de transformación profunda del sistema, con propuestas que apuntan a cambios estructurales en la economía y el Estado.

Artés se presenta como la alternativa más confrontacional frente al modelo vigente, apelando a los trabajadores y sectores populares que se sienten excluidos por las políticas neoliberales. Su desafío será ampliar su base más allá de los círculos militantes y lograr el apoyo transversal necesario para competir con fuerza en la primera vuelta.

Una competencia fragmentada y contrarreloj

La presencia de estos tres candidatos refleja la fragmentación del escenario político chileno y el desgaste de los partidos tradicionales. La irrupción de independientes competitivos en las encuestas y en la calle apunta a un electorado más dispuesto a romper con las estructuras conocidas y explorar opciones alternativas.

Sin embargo, el desafío de conseguir firmas suficientes en tiempo récord es enorme. Las estrategias de cada postulante varían: desde actos públicos masivos y campañas digitales, hasta redes territoriales que recorren comunas en busca de patrocinios. El resultado final dependerá tanto del impulso mediático como de la capacidad logística para movilizar apoyos.

Las elecciones se acercan 

La contienda presidencial chilena de 2025 podría marcar un hito en la historia política del país si uno o más independientes logran competir con opciones reales frente a los candidatos de coaliciones tradicionales. La participación de figuras como Enríquez-Ominami, Mayne-Nicholls y Artés no solo añade diversidad ideológica, sino que también evidencia la creciente demanda ciudadana por nuevas formas de representación.

Con la fecha límite a la vista, el éxito o fracaso de estos aspirantes dependerá de su capacidad para traducir simpatía en acción concreta: una firma validada en el Servel. De conseguirlo, el tablero electoral se abrirá a un escenario más incierto, donde el voto independiente podría jugar un papel decisivo.