
El directorio de la petrolera YPF aprobó la creación de Santa Fe Bio, una nueva sociedad destinada a la producción y comercialización de biocombustibles avanzados. La producción estará enfocada principalmente en SAF (Sustainable Aviation Fuel) para la aviación y, de forma alternativa, en HVO (Aceite Vegetal Hidrotratado, por sus siglas en inglés), con propiedades similares a las del gasoil.
La decisión, anticipada meses atrás por el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, forma parte del plan denominado “YPF del Futuro”, con el que la compañía prevé expandirse hacia distintas fuentes energéticas fuera de los hidrocarburos.
En el caso de Santa Fe Bio, desde la empresa anticiparon que el proyecto demandará una inversión estimada de USD 400 millones. El financiamiento será estructurado en su mayor parte bajo un modelo de project finance, en acuerdo con un socio estadounidense especializado en la elaboración y comercialización de biocombustibles.
En el caso del SAF, se elabora a partir de cultivos como colza, camelina y carinata, mientras que los HVO se hacen en base a e elaborarán a partir del procesamiento de aceites vegetales, residuos, grasas animales y otros insumos.
El proyecto se desarrollará en dos fases y está previsto que sume los beneficios del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Este joint venture estará integrado en partes iguales por YPF y el grupo Essential Energy, con presencia nacional e internacional en el mercado de biocombustibles de primera y segunda generación.
Ambas compañías comenzaron a trabajar en la factibilidad del proyecto en diciembre de 2024, tras la firma de un Memorando de Entendimiento (MOU), y en la actualidad continúan definiendo los términos contractuales finales.
El plan contempla el uso de la infraestructura de la refinería de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, donde se instalará una planta de pretratamiento de materias primas y una biorrefinería de última generación. También se adecuarán instalaciones del complejo industrial, para llevar adelante la producción.
El SAF es considerado por organismos internacionales como la alternativa sostenible más escalable para el transporte aéreo a mediano plazo. En este contexto, se proyecta un crecimiento de la demanda en los próximos años, con oportunidades de exportación hacia Europa y Estados Unidos, mercados que exigen certificaciones internacionales.
La ubicación de la refinería de San Lorenzo fue elegida por su proximidad a la zona núcleo productiva, la disponibilidad de materia prima y su conexión directa con el puerto, lo que facilita la logística de comercialización y exportación.
La refinería de San Lorenzo, fundada en 1938 por YPF, fue privatizada en 1993 y pasó por distintas manos, entre ellas Pérez Companc, Repsol y Petrobras. En 2002 fue adquirida por Oil Combustibles y, en 2018, volvió a YPF en sociedad con Dapsa, en el marco de un proceso de liquidación judicial.
El complejo industrial incluye destilería, planta de despacho de combustibles, parque de tanques, planta de asfalto y un puerto de gran capacidad sobre la Hidrovía Paraná-Paraguay. Actualmente, la refinería se encuentra inactiva y será reconvertida para el nuevo proyecto.
Según el plan, en la primera etapa de operación, prevista para 2030, la planta producirá unas 100.000 toneladas anuales de SAF. Con la ampliación de capacidad, se espera superar las 500.000 toneladas por año.
El ingreso al RIGI otorga beneficios fiscales y cambiarios para inversiones superiores a USD 200 millones. Entre ellos se incluyen reducción de la alícuota del Impuesto a las Ganancias, ventajas en el IVA, exenciones en derechos de importación y exportación, y acceso progresivo a divisas generadas por exportaciones.