11/08/2025 - Edición Nº916

Internacionales

Tensión geopolítica

Armenia y Azerbaiyán: el acuerdo que enfrenta a Irán y EE.UU.

10/08/2025 | Teherán lanza advertencias militares contra un proyecto respaldado por EE.UU. que busca unir a la región y poner fin a décadas de conflicto.



El histórico acuerdo de paz firmado el 8 de agosto en la Casa Blanca entre Armenia y Azerbaiyán marcó un hito tras más de 30 años de enfrentamientos. En el centro del pacto se encuentra el corredor Trump Route for International Peace and Prosperity (TRIPP), un proyecto que busca unir al enclave azerbaiyano de Najicheván con el resto del país a través del sur de Armenia, extendiéndose hasta Turquía. La iniciativa, respaldada por Estados Unidos, promete transformar la economía regional y garantizar una paz duradera.

Sin embargo, Irán ha reaccionado con una postura abiertamente hostil. Lejos de apoyar un avance que podría estabilizar el Cáucaso Sur, Teherán ha lanzado advertencias de tono bélico. Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo iraní, declaró que "este pasaje no será una puerta para los mercenarios de Trump; será su cementerio", amenazando con bloquear el proyecto incluso sin el respaldo de Rusia.

Un freno a la cooperación regional

El corredor TRIPP no solo representa un canal logístico para mercancías, energía y telecomunicaciones, sino que simboliza la posibilidad de una integración económica inédita en la región. Con vías férreas, carreteras, oleoductos y cables de fibra óptica, el plan tiene el potencial de convertir al Cáucaso en un puente estratégico entre Europa y Asia.

La resistencia de Irán, en cambio, entorpece los esfuerzos por dejar atrás décadas de violencia y pone en riesgo la estabilidad alcanzada con el tratado. En lugar de aprovechar la oportunidad de conectarse con nuevas rutas comerciales, Teherán adopta una actitud que limita las perspectivas de desarrollo y perpetúa viejas rivalidades.

Motivaciones políticas y aislamiento

La oposición iraní responde más a intereses geopolíticos que a preocupaciones legítimas. El corredor reduciría la influencia de Teherán en las rutas comerciales y energéticas, debilitando su posición estratégica. Esto explicaría por qué su reacción ha sido tan visceral frente a un acuerdo que cuenta con amplio respaldo internacional.

En lugar de adaptarse a un nuevo escenario de cooperación, Irán parece optar por mantener una política de confrontación que lo aísla cada vez más de los procesos de paz y desarrollo regional. Esta postura erosiona su imagen diplomática y lo aleja de posibles alianzas beneficiosas para su propia economía.

Amenazas militares: un retroceso peligroso

Las maniobras militares realizadas por Irán cerca de la frontera armenia-azerí envían un mensaje inequívoco: Teherán está dispuesto a poner en riesgo la frágil paz recién alcanzada. Estos movimientos militares, más que fortalecer su posición, podrían generar una escalada que reavive viejos conflictos.

Este tipo de acciones contradicen el espíritu de diálogo y negociación que el acuerdo firmado en Washington intenta promover. Además, elevan la tensión en una región históricamente volátil, poniendo en alerta tanto a los países vecinos como a la comunidad internacional.

Un llamado a la comunidad internacional

La paz en el Cáucaso Sur es frágil y requiere compromiso de todas las partes. La comunidad internacional debe rechazar las amenazas y presiones militares que buscan socavar un acuerdo legítimamente alcanzado. Ignorar estas señales podría abrir la puerta a una nueva etapa de inestabilidad.

Armenia y Azerbaiyán han dado un paso histórico hacia la reconciliación; permitir que actores externos saboteen este avance sería un grave error. La presión diplomática y económica contra quienes bloqueen el proceso será clave para preservar los logros alcanzados.


Líder supremo de Irán. 

Irán se entromete 

Irán enfrenta una elección: sumarse a un proyecto que puede garantizar estabilidad y prosperidad o persistir en una política obstruccionista que lo aleja de sus vecinos y lo coloca en oposición directa a la voluntad de paz de la región. La oportunidad de integrarse a una red de comercio y cooperación está sobre la mesa.

El TRIPP es una oportunidad única; rechazarla no solo perjudica a Armenia y Azerbaiyán, sino también al propio Irán, que podría beneficiarse de un Cáucaso pacífico y conectado. El futuro de la región dependerá de si Teherán decide contribuir a la paz o alimentar el conflicto.