10/08/2025 - Edición Nº915

Política

Termómetro electoral

La jugada que podría costarle caro al peronismo en Buenos Aires

10/08/2025 | Una encuesta muestra que más del 60% de los bonaerenses rechaza las candidaturas testimoniales. El dato preocupa al oficialismo, que apuesta a esta estrategia en medio de un clima social más crítico.



El “voto castigo” no es un fantasma nuevo en la política bonaerense, pero ahora amenaza con aparecer por una jugada que el peronismo conoce bien: las candidaturas testimoniales. Una encuesta de D’Alessio IROL / Berensztein midió el humor social y reveló que la mayoría de los electores rechaza que un funcionario en funciones se presente como candidato y, si gana, no asuma.

El sondeo encendió luces rojas en Fuerza Patria, que en esta campaña lleva como candidatos testimoniales a la vicegobernadora Verónica Magario y al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Ambos buscan retener visibilidad electoral sin abandonar sus actuales cargos, una práctica que ya fue cuestionada en comicios anteriores.

Los números son claros: el 61,6% de los bonaerenses se manifestó en contra de esta maniobra (50,2% “muy en desacuerdo” y 11,4% “algo en desacuerdo”). Apenas un 25,1% la avala, mientras que un 13,3% no tomó posición. El rechazo atraviesa a todo el espectro político: incluso entre votantes de Unión por la Patria, un 42% la cuestiona.

En la oposición, las críticas son casi unánimes. Entre los electores de Juntos por el Cambio el rechazo trepa al 82% y entre los de La Libertad Avanza llega al 75%. El dato confirma que esta jugada no solo polariza, sino que también erosiona la imagen de quienes la impulsan.

Con 1.157 casos relevados en la provincia, el estudio refleja una tendencia que incomoda al oficialismo. En un escenario económico adverso y con el malestar social en aumento, el riesgo de que esta estrategia se convierta en un boomerang electoral es alto.

A menos de un mes de las elecciones, el peronismo bonaerense deberá decidir si insiste con esta táctica o busca alternativas que no alimenten el desencanto ciudadano. El margen para corregir el rumbo se achica y las urnas podrían ser implacables.