
El presidente Javier Milei volvió a defender con vehemencia el sistema cambiario vigente, publicando un extenso análisis bajo el título "Aspectos esenciales del análisis monetario", en el que intenta convencer a los agentes económicos de que la suba del dólar no debería trasladarse a los precios internos.
ASPECTOS ESENCIALES DEL ANÁLISIS MONETARIO
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) August 9, 2025
Por el Presidente Javier Gerardo Milei.
1. Introducción
Desde mediados de abril, momento en que se liberó el mercado de cambios, el debate monetario en Argentina se ha basado sobre cuál debería ser el comportamiento del dólar y el…
Milei afirmó que “si no hay convalidación monetaria, el nivel de precios no cambiará y todo es una cuestión de precios relativos”. Con esto, rechaza el tradicional fenómeno conocido como "passthrough", según el cual la devaluación se traslada directamente a la inflación. Esta postura generó cuestionamientos en economistas y sectores productivos.
El mandatario respalda su teoría en la doctrina del premio Nobel de Economía Milton Friedman, quien sostiene que la inflación es "siempre y en todo lugar un fenómeno monetario". Según Milei, sin emisión monetaria por parte del Estado, no debería generarse inflación, aunque se modifiquen los precios relativos.
Sin embargo, esta interpretación resulta simplista para la realidad argentina, donde la inflación responde a múltiples factores: presión externa, expectativas de devaluación, aumento de costos y restricciones de oferta, entre otros. El discurso oficial parece desconocer estas complejidades que afectan el bolsillo de los ciudadanos.
El actual esquema cambiario busca controlar la devaluación sin incrementar la base monetaria, en un contexto marcado por la incertidumbre electoral y la crisis económica. La estrategia oficial intenta evitar que la suba del dólar se traslade a los precios, aunque hasta ahora los resultados son limitados y generan dudas sobre la efectividad del modelo.
En definitiva, la persistencia de Milei en su teoría monetarista refleja una voluntad de imponer un control rígido en materia económica, pero también evidencia las tensiones sociales y económicas que generan sus políticas en un país golpeado por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.