
Con el 7 de septiembre en la mira, Javier Milei volverá a ponerse al frente de la campaña bonaerense. El próximo jueves, el Presidente desembarcará en La Plata para encabezar un acto que busca reforzar la presencia de La Libertad Avanza (LLA) en el principal distrito electoral del país. El objetivo es claro: exhibir poder de convocatoria y dejar una foto de unidad con las figuras libertarias y aliadas.
El evento, previsto para las 18, fue organizado por Sebastián Pareja, jefe de campaña de LLA y hombre de confianza de Karina Milei. Según estimaciones internas, el operativo espera reunir a unas seis mil personas en la capital bonaerense, lo que significaría uno de los actos más grandes del oficialismo en territorio provincial desde que Milei llegó a la Casa Rosada.
En el escenario, el Presidente estará acompañado por los candidatos de la Octava Sección Electoral, encabezados por Francisco Adorni, funcionario del Ministerio de Defensa y hermano del vocero presidencial Manuel Adorni. El excomisario Maximiliano Bondarenko, referente en la Tercera Sección, también será de la partida, en un intento por marcar presencia en el conurbano profundo.
Pero la apuesta va más allá del armado local. El acto servirá para anunciar la lista de candidatos a diputados nacionales, que encabezará José Luis Espert. A su lado estarán nombres de peso como Diego Santilli, Pablo Walter y Florencia de Sensi, en una jugada que busca ampliar la base electoral y seducir a votantes no necesariamente libertarios, pero sí opositores al kirchnerismo.
La estrategia de Milei es mantener viva la polarización, colocándose como único contrapeso frente al peronismo. En ese esquema, Buenos Aires es la batalla central: concentra el 37% del padrón y cualquier diferencia en este territorio puede definir la elección nacional. El despliegue en La Plata es, en ese sentido, una señal de que el Presidente no piensa delegar la campaña, sino liderarla en persona.
El desafío será transformar la foto y los discursos en votos reales. En un contexto económico tenso, con inflación todavía alta y un dólar volátil, la narrativa libertaria deberá convencer a un electorado que empieza a mostrar signos de fatiga. El jueves, Milei no solo medirá cuántos lo siguen en la plaza, sino cuántos todavía creen que su proyecto puede cambiar el rumbo del país.