
Samuel Jorge Doria Medina Auza, empresario, economista y veterano de la política boliviana, se ha posicionado como el favorito para las elecciones presidenciales de 2025. Nacido en La Paz en 1958, con estudios en la Universidad Católica Boliviana, la Arizona State University y la London School of Economics, Doria Medina construyó su fortuna como presidente de SOBOCE, la mayor cementera del país, y en el sector hotelero y gastronómico.
Su trayectoria política comenzó en el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), donde fue ministro de Planeamiento y Coordinación (1991-1993). En 2003 fundó el partido Unidad Nacional (UN), desde donde ha competido en tres elecciones presidenciales previas. Hoy, es el candidato de la alianza opositora Unidad, junto a José Luis Lupo como compañero de fórmula.
Doria Medina ha centrado su campaña en un ambicioso plan económico que denomina “ajuste shock” para los primeros 100 días de gobierno. Este programa incluye medidas para estabilizar la inflación, resolver la crisis de divisas y combustible, y abrir Bolivia a nuevas inversiones, especialmente en el sector del litio. Además, busca fortalecer los lazos con Estados Unidos y otros socios estratégicos para impulsar la recuperación.
El candidato asegura que la crisis actual es consecuencia de la mala gestión del Movimiento al Socialismo (MAS) y que la prioridad debe ser restaurar la confianza de los inversionistas y generar empleo. “No hay tiempo para soluciones graduales; necesitamos un cambio inmediato”, ha afirmado en múltiples actos de campaña.
Las encuestas lo colocan al frente con alrededor del 21,6% de intención de voto, seguido muy de cerca por el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga con un 20%. La caída del MAS, debilitado por la crisis económica y la pérdida de apoyo en sectores indígenas como los aymaras, abre un escenario inédito en casi dos décadas de hegemonía oficialista.
La inhabilitación de Evo Morales y la reinstalación de Andrónico Rodríguez como candidato del MAS han contribuido a reconfigurar el tablero político. A la par, la campaña ha estado marcada por una intensa actividad en redes sociales, donde Doria Medina ha invertido fuertemente en publicidad digital, siendo blanco de ataques y promotor de mensajes propositivos.
Agradecidos por el respaldo de todos aquellos que quieren salir de la crisis y cambiar a Bolivia. Pero no podemos bajar la guardia, los que hicieron el fraude antes, pueden y quieren hacerlo ahora, no es momento de dividir el voto. VOTEMOS SEGURO, logremos una ventaja tan grande… pic.twitter.com/NPKtpjDXMq
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) August 11, 2025
De ganar, Doria Medina enfrentará el reto de implementar reformas profundas en un contexto de alta polarización política y expectativas ciudadanas elevadas. Organismos internacionales y analistas coinciden en que sus primeros meses de gobierno serían determinantes para consolidar o erosionar su capital político.
Su discurso de cambio inmediato, respaldado por su experiencia empresarial y económica, lo ha convertido en una figura polarizadora: para sus seguidores, es la oportunidad de romper con el ciclo de crisis; para sus detractores, un riesgo de ajustes drásticos con impacto social.