
La reducción en los derechos de exportación para granos y subproductos anunciada por el Gobierno nacional es una medida que representa una mejora en la rentabilidad de los productores, pero más allá de ese dato, la presión tributaria para el campo seguirá elevada en la próxima campaña.
“La baja representa una mejora concreta para el negocio y all tratarse, esta vez, de una medida permanente, también aporta mayor previsibilidad y reglas de juego más claras para todos los actores del sector”, explicó Franco Artusso, del IERAL de la Fundación Mediterránea.
Pero más allá de esta medida, advirtió que “los márgenes proyectados para la campaña 2025/26 se mantienen por debajo del promedio de las últimas ocho campañas y la carga tributaria seguirá siendo muy elevada”. El economista del IERAL explicó que la eliminación definitiva de este tributo “supone un desafío fiscal de envergadura para el gobierno nacional y requerirá una estrategia integral que garantice la sostenibilidad de la medida”.
Como se recordará, el pasado 23 de julio, el presidente Javier Milei anunció una reducción permanente de retenciones a una serie productos del complejo agroindustrial. La medida contempló rebajas en las alícuotas para la carne vacuna y aviar (de 6,75% a 5%); maíz y sorgo (de 12% a 9,5%); girasol (de 7% a 5,5%); soja (de 33% a 26%) y sus subproductos, de 31% a 24,5%.
Con la baja parcial de retenciones, Artusso calculó que los márgenes agrícolas proyectados para la campaña 2025/26 se ubican en USD 467/hectárea para productores propietarios en zona núcleo, USD 170/ha para arrendatarios en esa misma región, USD 149/ha para propietarios en zona extrapampeana y –USD 28/ha para arrendatarios extrapampeanos.
Comparados con la rentabilidad promedio de las últimas ocho campañas (2017/18–2024/25), y asumiendo rendimientos teóricos constantes en el tiempo, estos márgenes resultan inferiores en USD 103, 54, 49 y 23 por hectárea, respectivamente.
"La carga tributaria continuará siendo muy elevada en 2025/26, y vista en perspectiva, se ubicará en niveles muy similares al promedio de las últimas ocho campañas”, agregó.
Para este cálculo, las proyecciones asumen precios FOB de USD 420 para soja y de USD 214 para maíz y un escenario en que los costos de producción de los distintos modelos agrícolas se mantienen constantes en dólares reales, al nivel de mediados de 2025.
En todos los casos se consideró una escala de 500 hectáreas con una rotación de cultivos del 50% soja y 50% maíz. Además, se supone que el 90% de la soja producida en cada establecimiento tiene destino de exportación y el 10% se vende en el mercado interno; en el caso del maíz, se tomó como base una relación 70-30%, respectivamente.