
Miles de jóvenes y adolescentes en todo el mundo disfrutan de videojuegos donde pueden comprar objetos y mejoras para sus personajes. Sin embargo, una mecánica conocida como loot boxes o “cajas de recompensa” ha generado controversia porque funciona de manera similar a una máquina tragamonedas.
Las loot boxes son paquetes virtuales que el jugador compra con dinero real, pero cuyo contenido es aleatorio. Esto significa que no sabe qué premio recibirá: puede ser una mejora estética o una ventaja para el juego, pero la incertidumbre lleva a muchos a comprar repetidamente, esperando conseguir los mejores ítems.
Esta dinámica, que mezcla azar y pago, ya preocupa a expertos y autoridades porque puede fomentar conductas similares a las apuestas, sobre todo entre menores.
Ante el incremento de estos mecanismo, algunos países como Bélgica, por ejemplo, ya legisló al respecto. Mientras que otros, como el Reino Unido o Australia, van camino de hacerlo.