13/08/2025 - Edición Nº918

Opinión


Nuevo ciclo

La oportunidad para el próximo “Néstor”

13/08/2025 | Con el desgaste económico en aumento, 2027 podría abrir la puerta a una figura política fuera de la grieta. Gobernadores con perfil propio ya mueven fichas para ocupar el lugar de un posible próximo “Néstor”.



Los últimos datos de la consultora Management & Fit no son un diagnóstico menor para el gobierno. Menos del 30% de los argentinos cree que la situación económica es buena. Apenas un 25% dice que la está pasando bien. Ocho de cada diez reconocen que tuvieron que recortar gastos. Pero un 44% confía en que estará mejor dentro de un año —aferrados a la esperanza de que Javier Milei logre enderezar el rumbo—, el 56% ya está claramente descontento.

Ese clima social es una advertencia seria: si en 2025 y 2026 la economía no logra revertir el malhumor, la lógica indica que, de no mediar un cambio brusco, 2027 podría convertirse en una elección muy desfavorable para el oficialismo. La historia argentina es cruel con los presidentes que no consiguen encaminar la economía: la paciencia social es corta y la voluntad de probar con “algo distinto” es alta.

Ese “algo distinto” probablemente no sea ni el kirchnerismo ni el macrismo. Para buena parte del electorado, ambas marcas forman parte de la misma bolsa de fracasos acumulados. La disputa no sería Milei contra el “otro polo” de la grieta, sino Milei contra una figura nueva que, como Néstor Kirchner en 2003, irrumpa con un perfil fresco, capitalice el descontento y termine entrando segunda en la primera vuelta para luego ganar en el ballotage.

Y aquí surge un dato no menor: varios gobernadores juegan un juego propio, con discursos que no se encuadran en la pelea Milei–kirchnerismo. Martín Llaryora en Córdoba, Ricardo Quintela en La Rioja o Ignacio Torres en Chubut cultivan, cada uno a su manera, un perfil provincialista que les permite negociar con todos y pelear con cualquiera. Son dirigentes que conocen sus territorios y entienden que la política nacional se decide también desde las provincias. ¿Podría surgir de allí el próximo “Néstor”? ¿Un gobernador que, sin ser parte orgánica de ninguno de los polos, se convierta en opción nacional?

El camino para que eso ocurra se construye ahora, en medio del desgaste. Si el oficialismo insiste en la lógica de confrontar con enemigos ya gastados, corre el riesgo de no ver venir a su verdadero adversario. Y en política, como en la vida, las grandes derrotas suelen llegar de manos desconocidas.

La pregunta no es si el kirchnerismo o el macrismo podrán volver a seducir, sino quién será ese nuevo jugador que, aprovechando el desencanto con todo lo que está, logre convencer a la mayoría de que, esta vez, sí hay algo distinto por lo que apostar. Y el tablero ya tiene varias piezas moviéndose en silencio.