Sebastián Francini: "Me gusta jugar a romper límites"

A 30 años del estreno de Chiquititas, Sebastián Francini recuerda con cariño y orgullo el programa que lo consagró desde muy pequeño. Con apenas 11 años, estuvo nominado a un Martín Fierro gracias a su papel en la ficción de Cris Morena, un hito que aún hoy conserva como una de las postales más importantes de su carrera. “Es como correr una maratón y llevarle la medalla a tu mamá para que se sienta orgullosa”, cuenta en el living de NewsDigitales.

El actor revive también otras imágenes imborrables de aquella etapa: su primer viaje en avión a España para filmar la película de la tira junto a su mamá, y la convivencia con un grupo de jóvenes que, como él, convirtieron lo que comenzó como un juego en una verdadera vocación. “Fue un semillero tremendo”, asegura.

Tras más de tres décadas de trayectoria, Francini volvió a estar en boca de todos gracias a SEX, el espectáculo dirigido por José María Muscari en el que trabajó durante cuatro años y medio. Su ingreso sorprendió al público y al propio actor, que reconoce que la experiencia le exigió un cambio profundo: “No estaba preparado para SEX. Me ayudó a entrenar, ganar seguridad, trabajar mi autoestima y desafiarme. Me gusta jugar a romper límites, y este proyecto me dio esa oportunidad”.

La obra, que mezcla teatro, música y performance erótica, lo llevó a reinventarse temporada tras temporada. “No es solo una experiencia para el espectador, también lo es para el intérprete. Tenés que animarte a romper prejuicios, a conectarte con tu cuerpo y a vencer inseguridades. Y cuando estás tanto tiempo, como yo, no te queda otra que renovarte”, explica.

Además de recorrer todo el país con el espectáculo, SEX le permitió explorar su faceta como cantante y conectar con una comunidad diversa que valoró su entrega en escena. Incluso, de manera paralela, incursionó en la venta de contenido para adultos, algo que hoy recuerda como un momento particular de su carrera: “SEX lo permitía todo, y decidí aprovecharlo. Pero son procesos, y ahora estoy enfocado en otros desafíos”.

Francini habla con madurez de la fama, esa que lo marcó desde la infancia y que en la adolescencia disminuyó para luego resurgir con fuerza: “Está bueno trascender la fama. Hay que vivir la vida con conciencia, cuidarse y no creerse que uno siempre va a estar arriba. SEX me devolvió visibilidad, pero lo vivo con otra templanza”.

En este día en que Chiquititas celebra su aniversario número 30, Sebastián se muestra agradecido por ese pasado que lo formó, pero también entusiasmado por lo que viene. “Cambiar es necesario. Es una filosofía de vida. Cada proyecto es distinto al anterior, y eso me mantiene vivo como artista”.