
Las empresas nucleadas en la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas (AFAT) advirtieron por un escenario complejo para el sector, con un mercado que presenta un escenario de patentamientos estancados y un parque de maquinaria que necesita modernizarse.
“A pesar de algunas medidas positivas adoptadas en el último año, persisten factores que afectan la competitividad y la previsibilidad del sector, como la inestabilidad económica, la elevada presión impositiva y el encarecimiento de la importación de insumos clave para la producción local”, advirtieron.
Desde la entidad pusieron en números este escenario. En cuanto a las ventas, estimaron que en 2024, se patentaron 616 cosechadoras, 5.244 tractores y 655 pulverizadoras; mientras que en 2023 fueron 595 cosechadoras, 5.888 tractores y 552 pulverizadoras.
“Lo preocupante es que, si tomamos un año de ventas razonable para encarar la renovación tecnológica en el mercado argentino de maquinaria, implicaría sumar unos 7.000 a 8.000 tractores; 1.000 a 1.200 cosechadoras y 800 a 900 pulverizadoras”, explicaron desde AFAT. Estos números ponen en evidencia que la inversión en maquinaria está por debajo de las necesidades del campo.
Los fabricantes describieron un parque obsoleto de maquinaria, en donde entre el 70% y 80% de los tractores tienen más de 15 años de antigüedad y un porcentaje similar de cosechadoras con más de 10 años. “Renovar ese parque e incorporarle toda la tecnología disponible hoy en el mercado es una necesidad para un país cuyos ingresos de divisas dependen en un 60-70% del sector agroindustrial”, argumentaron.
Al momento de explicar las causas de este atraso tecnológico, destacaron un escenario económico y político inestable y la elevada presión impositiva. Según calcularon, la producción local -en puerta de fábrica y sin IVA- tiene en promedio una carga impositiva del 32%.
Esta industria requiere de insumos importados y en este punto, advirtieron que un 47% del valor importado en este rubro corresponde a impuestos.
La entidad destacó algunas de las medidas del Gobierno nacional en materia económica e impositiva, como la solución de problemas de pagos a proveedores del exterior, la agilización de los procesos de importación, y la baja de la inflación.
Pero más allá de estas medidas, enumeraron algunos problemas que generan preocupación entre los fabricantes.