
Este 15 de agosto se celebra el Día Mundial de la Relajación, una jornada que pone en foco el auge de la meditación y el mindfulness como herramientas para el bienestar físico y emocional.
Aunque en Occidente estas prácticas comenzaron a difundirse hace varias décadas, lo cierto es que en los últimos años ganaron un lugar central en la vida cotidiana. Según un informe global, en 2018 el 29% de la población mundial declaraba practicar meditación; en 2025, esa cifra ascendió al 35%. El crecimiento se explica, en parte, por una búsqueda de estilos de vida más saludables y un mayor interés en alcanzar el equilibrio interior.
Los datos muestran diferencias notables entre países. Más de la mitad de la población afirma meditar en India (79%), Pakistán (56%), Marruecos (57%), Malasia (55%), México (55%), Estados Unidos (54%) y Filipinas (51%). En contraste, la práctica es mucho menos habitual en Indonesia (14%), Brasil (17%), Noruega (18%), Polonia (19%), Turquía (19%) y Chile (20%).
En Argentina, los números marcan un crecimiento exponencial. Según una encuesta de la consultora WIN Voices!, el 41% de la población adulta medita: un 20% de manera regular y un 21% de forma ocasional. Esto representa un incremento del 60% respecto de 2018, cuando apenas el 26% lo hacía, lo que posiciona al país entre los que más aumentaron esta práctica en el mundo.
El estudio también muestra diferencias de género, edad, nivel educativo y ubicación geográfica:
* Mujeres (24%) superan a los hombres (16%) en frecuencia de meditación.
* La práctica es más común entre personas de 50 a 64 años, a diferencia de la tendencia global donde predominan los jóvenes.
* Crece con el nivel educativo: 48% entre universitarios frente a 35% en primaria y 43% en secundaria.
* Los sectores socioeconómicos altos lideran la tendencia (55% en ABC1 vs. 43% en C2C3 y 35% en DE).
* A nivel regional, CABA (49%) encabeza la práctica, seguida por GBA (42%) e interior del país (40%).
Así, mientras que a nivel mundial el mindfulness es más popular entre jóvenes de 18 a 24 años (40% lo practica frente a apenas 26% de los mayores de 65), en Argentina ocurre lo contrario: la meditación está más consolidada entre adultos de mediana edad, lo que muestra un perfil diferencial en la forma en que el país adopta estas prácticas.