
En el marco del 175º aniversario de la muerte del General José de San Martín, la embajada argentina en España organizó un emotivo acto conmemorativo en la ciudad de Cádiz, lugar clave en la formación ideológica del Libertador. Sin embargo, la jornada de homenaje histórico terminó en controversia por una inesperada proclama en honor al monarca español por parte del embajador argentino, Wenceslao Bunge Saravia.
Durante su discurso, Saravia destacó los vínculos históricos entre Argentina y España, subrayando que “el espíritu de Cádiz forma parte de la memoria histórica que une a ambos pueblos”. Citó con énfasis la célebre frase sanmartiniana: “¡Seamos libres, que lo demás no importa nada!”, lo que despertó aplausos entre los presentes. Pero fue lo que vino después lo que dejó a muchos perplejos. "Más cipayo no se consigue. San Martín debe estar contentísimo", comentó un diplomático que trabaja en Madrid.
Envalentonado por la ovación, el embajador cerró su intervención con un sorpresivo “¡Viva el rey!”, una expresión que, si bien puede entenderse como gesto protocolar en suelo monárquico, generó incomodidad e indignación entre varios argentinos presentes y en redes sociales, donde el episodio comenzó a viralizarse.
La frase resonó con especial contradicción en un acto dedicado a San Martín, figura central de la independencia americana y férreo opositor al absolutismo monárquico. Para muchos, el grito de Saravia desentonó con el espíritu republicano del homenaje y abrió interrogantes sobre el tono diplomático que representa a la Argentina en el exterior.
El evento contó con la presencia del alcalde de Cádiz, Bruno García de León, el cónsul argentino Sergio Servin, autoridades locales y miembros de la comunidad argentina. La entrega de la ofrenda floral y los discursos buscaban resaltar los años que San Martín vivió en Cádiz, etapa clave en la gestación de su ideario político.
GZ