24/08/2025 - Edición Nº929

Internacionales

Alianza inédita

La estrategia de Taiwán en África que inquieta a China: ¿qué busca?

17/08/2025 | Dos territorios no reconocidos consolidan lazos estratégicos en tecnología, educación y comercio, desafiando a China y Somalia.



La reciente intensificación de los vínculos entre Taiwán y Somalilandia ha generado un notable interés en los foros diplomáticos internacionales. Ambos territorios comparten una condición común: son entidades con instituciones propias, gobiernos estables y relativa autonomía, pero que carecen de reconocimiento oficial en la comunidad internacional. Esta situación los ha llevado a buscar alianzas que fortalezcan su posición en el tablero geopolítico.

El acuerdo entre Taipéi y Hargeisa representa más que un simple gesto diplomático. En el Cuerno de África, una región marcada por la competencia de potencias globales, Somalilandia encuentra en Taiwán un socio dispuesto a invertir en tecnología, educación y salud. A cambio, la isla asiática gana visibilidad y respaldo simbólico en su lucha contra el aislamiento promovido por la República Popular China.

Un acercamiento pragmático

Desde 2020, ambos territorios han mantenido oficinas de representación mutuas, equivalentes a embajadas de facto, lo que marcó un precedente en sus relaciones exteriores. Con el paso de los años, esa relación se ha consolidado en proyectos concretos. Taiwán ha donado equipos médicos durante la pandemia, ha otorgado becas a estudiantes somalilandeses y ha invertido en el desarrollo de infraestructuras tecnológicas y agrícolas.

El pragmatismo de esta alianza radica en que ambos necesitan reconocimiento y legitimidad. Somalilandia busca proyectarse como un Estado viable, mientras que Taiwán pretende mostrar que no está aislado. Para los dos, cada gesto, acuerdo o proyecto conjunto es una forma de desafiar la narrativa de quienes niegan su soberanía.

Reacciones regionales e internacionales

La respuesta de China ha sido inmediata y contundente. Pekín acusa a Taiwán de utilizar a Somalilandia como plataforma para desafiar su principio de “Una sola China”. En paralelo, el gobierno de Somalia ha rechazado en términos firmes cualquier relación que otorgue legitimidad al territorio separatista, temiendo que estas alianzas refuercen sus aspiraciones independentistas.

En contraste, actores como Estados Unidos y la Unión Europea han mostrado un cauto interés en este acercamiento. Aunque no reconocen formalmente a Somalilandia, valoran su relativa estabilidad en comparación con el frágil gobierno central somalí. Para Washington y Bruselas, el acuerdo puede interpretarse como un experimento diplomático que ofrece cierto margen de maniobra en una región estratégica.

Implicancias estratégicas

El Cuerno de África es un espacio geopolítico clave, ubicado cerca del estrecho de Bab el-Mandeb, una ruta esencial para el comercio mundial. En este contexto, la cooperación con Taiwán otorga a Somalilandia un socio capaz de aportar recursos y tecnología, al tiempo que proyecta su imagen de actor confiable en un entorno convulso.

Para Taiwán, el beneficio es también estratégico. A medida que China amplía su influencia en África mediante inversiones en infraestructura y energía, la isla busca espacios de resistencia diplomática. Su presencia en Somalilandia, aunque simbólica, le permite mantener una huella en el continente africano y contrarrestar el aislamiento impuesto por Pekín.

Un modelo replicable

La alianza Taiwán-Somalilandia es vista por analistas como un laboratorio diplomático. Dos entidades no reconocidas que colaboran para reforzar su existencia en el escenario global podrían sentar un precedente para otros actores en situaciones similares, como Palestina, Kosovo o el Sahara Occidental.

No obstante, las limitaciones son evidentes. La presión internacional contra Taiwán y el rechazo de Somalia a cualquier reconocimiento de Somalilandia limitan el alcance de esta cooperación. Además, la dependencia de ambos de socios externos hace que sus avances sean vulnerables a los vaivenes de la política internacional.

Una curiosa alianza 

El acercamiento entre Taiwán y Somalilandia simboliza la busqueda de espacios alternativos de legitimidad en un sistema internacional dominado por potencias que definen qué actores son aceptables y cuáles no. Su alianza desafía ese orden, aunque carece de herramientas para modificarlo de manera sustantiva.

En el mediano plazo, el mayor aporte de esta cooperación puede ser simbólico: demostrar que incluso los actores no reconocidos pueden generar alianzas innovadoras y encontrar en la cooperación mutua un camino para mantener viva su aspiración de reconocimiento.