19/08/2025 - Edición Nº924

Internacionales

Política y fe

Santo Tomás Moro: su nombramiento como patrón de políticos y su legado

17/08/2025 | Declarado patrón de gobernantes en el año 2000, representa el equilibrio entre conciencia moral y poder.



En la historia de la política y la religión, pocas figuras han dejado una huella tan profunda como la de Santo Tomás Moro, el pensador inglés del siglo XVI que fue ejecutado por mantenerse fiel a su conciencia frente al poder de Enrique VIII. Su legado trascendió los siglos hasta convertirse, en el año 2000, en el patrono oficial de los gobernantes y políticos, tras ser proclamado por el Papa Juan Pablo II.

Tomás Moro, autor de la célebre obra Utopía, fue canciller del reino de Inglaterra y se negó a aceptar la ruptura con Roma y la creación de la Iglesia Anglicana. Por esta decisión, considerada un acto de desobediencia al rey, fue condenado a muerte en 1535. Su martirio convirtió su figura en un símbolo de integridad moral frente a las presiones del poder político.

Un modelo de coherencia

El Vaticano lo propuso como guía para quienes ejercen cargos públicos, destacando su capacidad de poner la conciencia y la justicia por encima de los intereses inmediatos. En palabras de Juan Pablo II, Moro representa al político que “sirve a la verdad antes que al poder”, un principio que sigue vigente en la vida pública de cualquier país.

Su fiesta litúrgica se celebra cada 22 de junio, fecha en la que millones de fieles en el mundo recuerdan su testimonio. Para muchos gobernantes católicos, invocar su intercesión significa un compromiso con la ética y la responsabilidad social, en contraste con la corrupción y el oportunismo que a menudo rodean a la política.

Fe y política en tensión

El nombramiento de Santo Tomás Moro como patrono también abrió debates. Para algunos críticos, se corre el riesgo de instrumentalizar su figura en contextos políticos concretos, reduciendo su mensaje a un símbolo decorativo más que a un verdadero ejemplo de conducta. Sin embargo, para sus defensores, la espiritualidad puede ser un contrapeso necesario ante los excesos del poder.

Un referente vigente

En la actualidad, Moro sigue siendo evocado como un modelo de coherencia y sacrificio personal. Su nombre aparece en discursos papales, mensajes de líderes políticos y en celebraciones oficiales de distintos países. El hecho de que tanto católicos como anglicanos lo reconozcan como santo refuerza su condición de puente entre credos y como figura universal de rectitud.

La elección de Santo Tomás Moro como patrono de los políticos pone de relieve la necesidad de referentes éticos en la vida pública. Su vida recuerda que el poder es transitorio, pero la conciencia y la verdad permanecen. En tiempos de desconfianza hacia las instituciones, su figura plantea una pregunta esencial: ¿puede la política recuperar la dignidad y el sentido de servicio que él defendió hasta la muerte?