
Licha Navarro, exparticipante de Gran Hermano y actual integrante de la obra SEX, habló en el Living de NewsDigitales sobre su presente profesional, su experiencia en el reality más famoso de la televisión y el rechazo que le genera la etiqueta de “famoso”.
Con respecto a su participación en el streaming de Los Bros en República Z, Licha fue contundente: "A mí no me gustó hacer el streaming de los Gros porque me ponía a buscar cosas del invitado, sabía que el protagonista era él. Y de golpe me encontraba con que los chicos no tenían preguntas o estaban más preocupados por en qué momento tirar la publicidad. No me sentía cómodo. Entonces preferí dar un paso al costado".
El exhermanito aclaró que no hubo pelea directa con ellos, aunque sí una distancia: "Algo se rompió en la relación. No es que quedó todo mal, me los cruzo y está todo bien, pero la amistad es otra cosa. El programa iba por un lado, yo tenía otra visión y decidí correrme".
Hoy, Navarro brilla en SEX, la obra de José María Muscari, que atraviesa un gran momento: "Hace tres fines de semana que agotamos todas las funciones. Es la oportunidad más grande y más linda que tuve. Yo trabajé toda mi vida en finanzas, atrás de un escritorio. Y de repente estar en cuero o en arneses frente a 250 personas es algo zarpado. A veces llego cansado, pero arranca la música y mi cabeza se setea: el Licha del día a día se queda un ratito. Mis amigos me veían chapando con un pibe en escena y no lo podían creer. Para mí fue un desafío constante de ver si estaba a la altura", explicó.
Lisandro asegura que su paso por Gran Hermano le cambió la vida: "Yo lo hice a los 33 años, con los pies en la tierra. Es un producto que te da exposición, pero después queda en vos qué hacés con eso. Si no estudiás ni te preparás, se apaga rápido... Odio la palabra famoso. No me considero así, soy un tipo conocido porque estuve en un reality. La fama me la voy a ganar el día que me lo merezca por mi trabajo. Hoy disfruto el cariño de la gente, pero no me creo más que nadie".
Para cerrar, reflexionó: "Sigo yendo a jugar al fútbol con mis amigos todos los sábados. Y si quiero ir a ver una obra, pago la entrada. No me entra en la cabeza escribirle a una productora para que me regalen una. Yo trabajé toda la vida y estoy acostumbrado a pagarme mis cosas".