
La palabra "wǔshù" proviene del chino mandarín, y está compuesta por dos caracteres con significados muy potentes: wǔ, que significa "marcial" y shu, que se refiere a "arte o técnica". Combinadas forman hoy en día un deporte en franco crecimiento, que tiene sus raíces en el kung fu de hace 2000 años con un conjunto de técnicas de combate desarrolladas por soldados, monjes y campesinos en la antigua China.
A lo largo de los siglos, durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), ya se documentaban prácticas marciales que hoy se consideran parte del wushu tradicional. Sin embargo, no fue sino hasta 1949 cuando la República Popular China sistematizó el wushu como deporte nacional.
"El wushu es el kung fu. Lo que pasa es que el wushu es un término moderno y se está usando ahora, pero en realidad su origen es el kung fu, que es un arte marcial chino. El wushu es el arte marcial pero deportivizado, ¿se entiende? A ambos los rige la misma entidad madre que es la IWUF, la Federación Internacional de Wushu. En principio, si me hablás de los orígenes, el kung fu y el wushu son chinos. El taekwondo es coreano. El karate es japonés. Y así se dice que el kung fu es la madre de todas estas artes marciales porque es milenaria", dice Sergio Agüero, único árbitro internacional que tiene la Argentina en este deporte, quien en un diálogo con NewsDigitales explica el crecimiento de esta disciplina en nuestro país.
-¿El wushu es una disciplina o un conjunto de ellas?
-El wushu proviene de distintas ramas del kung fu que han adaptado su deporte. Ahora, a diferencia del karate, el taekwondo y el judo, el wushu no es olímpico, pero casualmente el próximo año va a entrar en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se van realizar en Dakar 2026. Y será la primera vez que participe oficialmente en un Juego Olímpico, porque si bien lo hizo en los Juegos de Berlín de 1936, allí solamente fue una exhibición. También estuvo como deporte invitado en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde no formaba parte del menú de deportes oficiales pero estuvo como disciplina con actividad extra. Argentina también tuvo una participación allí porque hubo una invitación especial a un atleta de nuestro país que participó en aquel JJOO.
-Y ahora se viene el campeonato mundial
-Sí, en Brasil. El campeonato mundial se va a desarrollar ahora del 1 de septiembre al 8 en Brasilia.
-Entiendo que va a ser parte. ¿Cómo se está preparando?
-Sí, voy a participar de ese campeonato junto con un equipo argentino. O sea, la delegación argentina lleva una serie de atletas y a la vez la Federación Argentina aporta un árbitro. Cada federación tiene que presentar un juez. Yo voy a estar en la modalidad de sandá. Soy árbitro y juez de la Federación Internacional de la modalidad sandá. El wushu es todo, reúne distintas modalidades. Tenés la modalidad taolu (donde se hace una rutina como si fuera la gimnasia deportiva) y después la modalidad sandá, que es el combate de contacto pleno. Este se hace en un cuadrilátero, en una superficie de plataforma de 8x8 que tiene una altura de 50 centímetros, con una zona de protección en todo alrededor.
-¿Qué es lo que analiza un árbitro de wushu? ¿Cómo se determina la victoria?
-El combate se desarrolla al mejor de tres rounds. Si ganan dos rounds de los tres, directamente no es necesario realizar el tercero. Hay una serie de cosas que hay que tener en cuenta que tienen que ver con el reglamento, como por ejemplo las zonas permitidas. Yo soy el árbitro que está en el medio manejando la pelea, pero a la vez hay 5 jueces de esquina que están mirando y validando todos esos golpes y zonas válidas. Voy dirigiendo, es como en el boxeo donde el juez va dirigiendo la pelea y marcando el compás del combate. No obstante, también marco algunas reglas y penalizaciones que el competidor va realizando.
-¿Qué se siente ser árbitro? Porque en la mayoría de los deportes su rol está algo subestimado.
-Yo te puedo decir que el deporte lo practiqué desde muy chiquito, primero el kung fu y luego el wushu. Tengo mucha pasión por el deporte. Y a medida que fui creciendo mi manera de seguir ligado fue desde este lugar, ahora porque obviamente uno ya tiene muchos años. Ya no estás en la etapa de competidor. Pasás de la etapa de atleta a la etapa de dirigente o árbitro. Al mismo tiempo, fui capacitándome con la federación internacional y quise hacer el curso de árbitro internacional. ¿Qué siento? Mucha responsabilidad, porque es mucho lo que uno tiene que resolver en fracciones de segundo y mirar y analizar en la pelea. Es como decir que tiene que impartir justicia, eso es lo que yo digo a veces. Un árbitro en un evento deportivo tiene que impartir justicia, cuidar a los atletas y tratar de que se desarrolle de manera limpia esa competencia.
-Los jueces que están en las esquinas serían una especie de VAR, ¿no?
-Sí, digamos que sí, porque a la vez dentro del reglamento de lo que yo estoy haciendo, en la modalidad de sandá hay una especie de VAR como le llaman también, porque hay un videoanálisis donde puede haber algún reclamo por parte de algunos de los rincones. En ese caso, se puede levantar una paleta para hacer una apelación. El reglamento lo avala, pero eso sí: tiene que pagar el canon del reclamo. Una vez hecho el pago, se hace una nota, se para la pelea, se analiza. Hay un tribunal, hay otros árbitros que están más arriba del árbitro del medio y los cinco jueces de esquina que están mirando y analizando las peleas, y a la vez tienen la grabación de todo eso. Revisan y ahí dan el fallo y dicen si tiene razón o no el rincón que hizo la apelación. Si tiene razón, perfecto, se revierte el fallo del árbitro. Y si no tiene razón, bueno, la pelea sigue.
-Se suele decir que las artes marciales son muy beneficiosas para la actividad física, por ejemplo, por la respiración, la meditación y el control emocional. En el caso del wushu, ¿qué es lo que más aporta a la salud?
-Todo lo que dijiste. Todo desarrollo espiritual forja el carácter. Un desarrollo moral, espiritual y una mente muy abierta y muy correcta. Yo creo que no solamente el wushu, sino todos los deportes de combate -y más especialmente las artes marciales-, forjan el carácter y trabajan muchísimo el cuerpo y la mente.
-Ahora, ¿se puede utilizar como defensa personal o está prohibido?
-Se puede utilizar como defensa personal, sí, pero lo primero que se le enseña a una persona cuando va a practicar un deporte de arte marcial es a defenderse, no a atacar. Porque si bien puede ser como el boxeo que tiene la mano prohibida, en este caso puede utilizarlo pero en principio siempre para la defensa. Sin embargo, a eso ayuda forjar el carácter, a manejar determinadas situaciones. A mí el wushu y el kung fu me sirvieron para resolver determinadas situaciones de la vida cotidiana, me templaron. He tenido situaciones en la calle donde la gente está como muy alborotada, no de riña ni de pelea, pero de contradicciones, discusiones de tránsito, de todo. Y uno trata de resolverlo y tranquilamente evitar todo tipo de conflictos. Yo creo que eso es lo que forja el carácter.
-¿Cuántas personas practican wushu en la Argentina?
-Las últimas estadísticas que ha tenido la Federación Argentina hablan de más de 10.000 personas en todo el país. Hace mucho que no tomamos estadística dentro de la federación, pero hay muchísimos practicantes de wushu en todas las provincias que no están contabilizados. O sea que seguramente son más. Hace poco hubo un campeonato sudamericano acá en la Argentina. Fue en el CENARD, en junio, y vinieron ocho países de Sudamérica a participar. ¡Ocho países! Y más con Argentina, que era el país anfitrión.
-Y ahora para el Mundial de Brasilia, ¿cuántas personas van a ir?
-Hay un equipo integrado por 22 atletas de Argentina de las dos disciplinas, taolú y sandá, más los dirigentes. Entre ellos hay un team leader del equipo, que es el presidente de la federación, se llama Carlos Díaz. Después van algunos acompañantes, padres, y algunos que quieren ir a observar el campeonato, porque tener una competencia internacional de ese nivel en la región es imperdible. Esta vez estamos acá cerca, en Brasil, porque la mayoría de las veces los campeonatos son muy lejos, siempre son en países de Asia, sobre todo en China.
El Mundial de Wushu en Brasilia se podrá seguir en vivo a través del canal de YouTube de la IWUF. Se espera para esta 17ª edición la participación de 1.200 atletas de 90 países, y una concurrencia aproximada de 20.000 espectadores. Del 1 al 9 de septiembre, la Brazilian Wushu Confederation también informará sus resultados por medio de su página web: https://17thwwc.com.br/