
Sergio “El Frío” Rodríguez volvió a escribir un nuevo capítulo en su larga carrera delictiva. A los 59 años, el reconocido ladrón fue imputado por el robo de cinco vehículos estacionados en la vía pública, hechos cometidos en los últimos tres meses en la ciudad de Casilda. La Justicia dispuso que permanezca en prisión preventiva hasta noviembre, mientras avanza la investigación.
Lejos de los golpes resonantes que protagonizó en décadas pasadas, Rodríguez cayó por hechos de menor escala: autos dejados con las llaves puestas o en la puerta, un descuido que en Casilda todavía es costumbre. El fiscal Emiliano Ehret lo acusó de ser el autor de todos los robos, y el juez Darío Pangrazi avaló la imputación.
La trayectoria de Rodríguez muestra un contraste marcado: de haber integrado la célebre banda de Luis “El Gordo” Valor —que entre los años 80 y 90 asaltó más de 20 bancos y 18 camiones blindados— a estar ahora acusado de aprovechar descuidos de automovilistas en una ciudad del sur santafesino.
Oriundo de Buenos Aires, Rodríguez se instaló en Rosario en los años 90 y fue parte de una generación de ladrones que convivió con la violencia, el poder de fuego y los atracos de gran escala. En esa etapa se lo vinculó a Sergio “Pata” Benedetti, el ladrón que murió acribillado en el recordado copamiento del Banco Nación de Villa Ramallo en 1999.
También fue acusado de haber participado en el robo de medio millón de pesos a través de un boquete en una sucursal bancaria de la zona norte de Rosario en 1995, otra marca de aquellos tiempos en los que las bandas planeaban golpes de alto impacto y desafiaban a la policía.
La vida de Rodríguez estuvo atravesada por la cárcel. Pasó tres décadas entre rejas y períodos en libertad, en un ida y vuelta constante con la Justicia. En 2008 fue condenado por un asalto en banda a una mueblería de Casilda, un golpe que terminó de manera trágica cuando, en la huida, los ladrones se tirotearon con la policía y uno de sus cómplices perdió la vida.
Más tarde, en 2016, volvió a ser noticia tras enfrentarse a tiros con efectivos en la zona sudoeste de Rosario. Gravemente herido, terminó aceptando una condena de cinco años por portación ilegal de arma de guerra y resistencia a la autoridad. Con esa pena y la acumulación de sentencias anteriores, su estadía en prisión se extendió hasta bien entrada la década pasada.
Su regreso a la escena ahora no está vinculado a grandes atracos, sino a delitos de hurto. Según la investigación, sustrajo un Renault Sandero Stepway, dos Renault Clio y dos utilitarios Renault Kangoo, todos estacionados en distintos puntos de Casilda. La modalidad era siempre similar: autos con las llaves puestas o en la puerta, que eran levantados en cuestión de minutos para luego huir hacia rutas cercanas.
Por lo pronto, "El Frío" -como lo conocen todos- seguirá detenido hasta noviembre, cuando la Justicia evaluará si prolonga la medida cautelar.