
El hijo mayor de la princesa heredera de Noruega, Marius Borg Høiby, de 28 años, fue formalmente imputado por 32 delitos, entre ellos cuatro violaciones, violencia doméstica, amenazas, agresiones, daños materiales, grabaciones íntimas sin consentimiento y alteración del orden público.
La investigación comenzó en 2024 y se centró en denuncias de exparejas y otras personas cercanas. Según la fiscalía, algunos de los hechos más graves ocurrieron entre 2018 y 2024 e involucran relaciones en las que las víctimas estaban inconscientes o dormidas. De ser hallado culpable, la pena máxima podría alcanzar los 10 años de prisión.
El fiscal del Estado noruego, Sturla Henriksbo, informa sobre la decisión de acusar a Marius Borg Hoiby, hijo de la princesa heredera Mette-Marit, en Oslo, Noruega
Aunque no posee un título nobiliario ni cumple funciones oficiales, Marius es hijo de la princesa heredera Mette-Marit y del fallecido periodista Morten Borg. Desde 2001 fue criado en el Palacio Real de Oslo tras el matrimonio de su madre con el príncipe heredero Haakon Magnus de Noruega, por lo que creció dentro del entorno de la familia real y recibió la atención de los medios desde niño.
Su vida ha estado marcada por episodios polémicos. En 2017 fue sancionado por posesión de drogas en un festival de música, lo que generó la primera controversia pública en torno a su figura. Más recientemente, fue detenido en varias ocasiones por agresiones y por violar órdenes de restricción. En 2025 se le retiró el pasaporte diplomático, un privilegio que había mantenido a pesar de no tener funciones institucionales.
El juicio está programado para enero de 2026 y podría prolongarse durante semanas. Su defensa negó los cargos más graves, aunque admitió algunos de menor entidad, y aseguró que colaborará con la justicia.
El caso ha tenido un fuerte impacto en Noruega, donde la familia real goza de gran popularidad desde hace décadas. El príncipe Haakon Magnus y la princesa Mette-Marit son figuras muy queridas, y el rey Harald V, de 88 años, es uno de los monarcas europeos con mayor respaldo social. Sin embargo, la imputación de Marius constituye la crisis más seria para la monarquía noruega desde los años noventa, cuando las polémicas por el origen no aristocrático de Mette-Marit habían sacudido a la opinión pública.
Ahora, el proceso contra Borg Høiby no solo pone en juego su futuro personal, sino que también abre un debate sobre la vigencia y la imagen de la monarquía en la Noruega contemporánea.