
En medio de la polémica por el financiamiento estatal al cine, quedó claro que Homo Argentum, la película de Guillermo Francella que Javier Milei proyecta repetidamente en Olivos, sí recibió plata del Estado. La Ciudad de Buenos Aires confirmó que otorgó 150 millones de pesos mediante un Cash rebate, un mecanismo que permite a las productoras recuperar una parte de lo invertido, pero que termina siendo prácticamente un regalo ya que solo deben devolver el 25% de lo recibido. El convenio fue firmado por Roberto García Moritán, exesposo de Pampita, agregando un dato de color a la historia.
Con medio millón de espectadores en su primer fin de semana, Homo Argentum se convirtió en el tema de debate. Milei ya la proyectó dos veces en Olivos para sus invitados, y hay quienes aseguran que la vio hasta cinco veces, disfrutando cada gag y remate como si fuera la primera vez. Ni siquiera la marca de agua contra la piratería detuvo su entusiasmo.
A pesar de las declaraciones oficiales que negaban financiamiento público, la realidad demuestra lo contrario: el INCAA no aportó fondos, pero la Ciudad sí, a través del programa Buenos Aires Producción Internacional, que busca atraer inversiones y generar empleo en la industria audiovisual. Por cada peso invertido, aseguran que se generaron ocho de retorno económico.
La gestión del INCAA, encabezada por Carlos Pirovano, elogió Homo Argentum aunque admitió que solo había visto fragmentos en TikTok y celebró los estereotipos que aborda la película. Productores consultados señalaron que el instituto maneja un presupuesto anual de 44 millones de dólares, pero carece de iniciativas para reactivar el cine argentino, gastando millones sin producir películas de relevancia.
Expertos en cine destacaron que el modelo de incentivos fiscales no es nuevo: se aplica en Uruguay, Bélgica, Córdoba, Mendoza y otras provincias argentinas, así como en Colombia, donde se invierten 54 millones de dólares al año en producción audiovisual. Sin embargo, señalaron que el programa de la Ciudad favorece a productoras grandes, como Pampa Films, la de Adrián Suar, Nacho Viale y Hugo Sigman, porque pueden sumar los puntos necesarios para acceder al cash rebate con facilidad.
La contradicción salta a la vista: mientras Milei presume que no hubo inversión estatal en su película favorita, los hechos muestran que la Ciudad puso 150 millones de pesos para que Francella haga su film, un dinero que en gran parte se mantiene como regalo gracias al mecanismo del cash rebate, mientras el INCAA mantiene un amplio presupuesto sin resultados concretos.