
Tres funcionarias responsables de organizar la elección de octubre integran la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, una situación que despierta fuertes cuestionamientos sobre conflictos de interés y la transparencia del proceso electoral.
Fuentes allegadas habían adelantado el caso de Giselle Castelnuovo, quien, a través de la subsecretaría de Asuntos Políticos, maneja la Dirección Nacional Electoral (DINE). Además, se suman dos funcionarias del Correo Argentino: Gladys Humenuk, directora titular, y Johanna Longo, gerenta de Asistencia Técnica Legal desde noviembre de 2024.
Castelnuovo ocupa el décimo lugar en la lista de diputados y había renunciado a su cargo recientemente. En su rol como titular de Asuntos Políticos, tendría acceso a sorteos de espacio en la boleta y espacios de publicidad que habitualmente solo manejan los apoderados de los partidos, además de datos del escrutinio definitivo antes que el resto de las fuerzas. Esto plantea dudas sobre ventajas indebidas en la campaña.
El Correo Argentino, por su parte, cumple un rol estratégico en la logística electoral, desde el traslado de urnas y documentación hasta la distribución de padrones y material sensible. Humenuk, amiga de Milei, había sido desplazada del gabinete en 2024 y luego designada directora del Correo, mientras que Longo tiene un historial político previo como candidata en Lanús y roles legales dentro de la Secretaría General liderada por Karina Milei.
La presencia de estas funcionarias en la lista de Milei pone en evidencia un cruce delicado entre funciones públicas y candidaturas políticas, algo que podría afectar la percepción de imparcialidad en el proceso electoral. La situación genera preocupación entre opositores y expertos en ética pública, que advierten sobre la necesidad de separar claramente la administración de los comicios de los intereses partidarios.