
Un nuevo estudio internacional confirmó que Ozempic (semaglutida) puede reducir en un 24% el riesgo de progresión de la enfermedad renal y de problemas cardíacos en pacientes con diabetes tipo 2 que también presentan enfermedad renal crónica. La investigación que respaldó esta aprobación incluyó a más de 3.500 participantes de 28 países, entre ellos Canadá, Alemania, España y los Países Bajos. Los resultados mostraron que la administración semanal de Ozempic disminuyó significativamente el riesgo de insuficiencia renal, pérdida de función renal y muerte por causas cardiovasculares en comparación con un placebo.
La diabetes tipo 2 afecta a millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de enfermedad renal crónica, que a su vez aumenta la probabilidad de insuficiencia renal terminal y complicaciones cardiovasculares. Ozempic logra estos beneficios gracias a su capacidad para reducir la inflamación renal, disminuir la proteína en la orina y bajar la presión arterial.
Este hallazgo es especialmente relevante, ya que la enfermedad renal crónica representa una de las principales causas de morbilidad y mortalidad entre los pacientes con diabetes tipo 2. La capacidad de Ozempic para abordar tanto la disfunción renal como los riesgos cardiovasculares constituye un avance terapéutico significativo.
La aprobación de Ozempic para este nuevo uso en Canadá marca un hito en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la enfermedad renal crónica. Se espera que esta autorización impulse su disponibilidad en otros países y brinde nuevas opciones de tratamiento para millones de pacientes.
En Argentina, la situación de Ozempic ha sido más compleja. Aunque la ANMAT autorizó su uso para la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso, también debió prohibir la venta de versiones falsas que circulaban en el mercado. Esto genera un contraste: mientras a nivel internacional se celebra su aprobación para tratar complicaciones de la diabetes, en el país los pacientes y profesionales deben ser cautelosos para acceder al medicamento de manera segura.
Expertos señalan que estos avances representan una oportunidad para mejorar el tratamiento de enfermedades crónicas en Argentina, pero remarcan la necesidad de regulaciones claras y controles estrictos para garantizar que los pacientes reciban un producto seguro y efectivo. La expectativa es que la evidencia positiva internacional impulse futuras autorizaciones o ampliaciones de uso, especialmente para quienes conviven con diabetes y riesgo cardiovascular elevado.