
Argentina podría volver a cambiar la hora oficial. La iniciativa aprobada en Diputados propone que, a partir del próximo invierno, los relojes se atrasen una hora para alinear el día con la salida del sol. El objetivo es claro: aprovechar más horas de luz natural y reducir el uso de energía eléctrica.
El esquema establece que el horario de invierno será el huso GMT -4, que comenzará a regir el primer domingo de abril a la medianoche. Luego, el país volverá a GMT -3 el primer domingo de septiembre, coincidiendo con la llegada del período estival.
En la práctica, el cambio haría que amanezca más temprano en los meses fríos, lo que permitiría reducir el uso de iluminación artificial en hogares, oficinas y espacios públicos durante las primeras horas del día. A su vez, busca generar un ahorro en el consumo energético nacional.
El proyecto también contempla la coordinación regional: el Gobierno invitará a los países del Mercosur a unificar sus fechas de modificación horaria para facilitar actividades comerciales, bancarias y de transporte. Además, prevé estudios periódicos para evaluar los efectos de la medida en la vida cotidiana y en el consumo energético.
BFB