24/08/2025 - Edición Nº929

Internacionales

Burkina Faso y su identidad lingüística

Burkina Faso deja de lado el francés y declara oficiales ocho lenguas locales

21/08/2025 | El país relegó el francés a idioma de trabajo y elevó al rango de oficial idiomas como el mooré, bissa, dyula y fula para recuperar su soberanía cultural.



Burkina Faso tomó una decisión histórica: dejó de considerar el francés como lengua oficial y, en cambio, elevó varios idiomas indígenas al mismo estatus. Ahora son oficiales el mooré, el bissa, el dyula y el fula (también llamado peul), mientras que el francés permanece solo como idioma de trabajo.

Este cambio fue impulsado por el presidente interino Ibrahim Traoré, quien asumió el poder en 2022 y ha promovido una agenda de reafirmación nacional centrada en fortalecer la autonomía cultural y política del país. Traoré definió la medida como un paso clave hacia la soberanía política, económica y cultural, afirmando: "Nadie puede florecer verdaderamente de los conceptos de los demás", y resaltando la importancia de empoderar las lenguas propias para acercar la administración del Estado a la mayoría de la población.

Burkina Faso es muy diverso en lo lingüístico: se hablan más de 60 lenguas indígenas. El mooré es la lengua más extendida, hablada por aproximadamente la mitad de la población, mientras que el dyula y el fula funcionan como lenguas francas en distintas zonas del país. El bissa tiene una presencia importante en el sur. Durante décadas, gran parte de la población accedía a la educación, la justicia y la administración en un idioma que no era el propio, limitando su participación plena en la vida del país.

El cambio se concretó a través de una reforma constitucional, que eleva oficialmente estas lenguas locales y establece el francés únicamente como idioma de trabajo. Esto permite que la diversidad cultural se refleje en la vida institucional y administrativa, y que los idiomas hablados por la mayoría de la población tengan un peso real en la política y la educación.

Con esta medida, el gobierno busca que las lenguas locales se conviertan en un instrumento de inclusión y cohesión social, facilitando que más ciudadanos participen plenamente en la vida política, educativa y administrativa. Además, representa un paso simbólico en la descolonización cultural, dando prioridad a los idiomas propios frente al legado histórico del francés. En la práctica, se espera que este cambio fortalezca la identidad colectiva del país, promueva la equidad en el acceso a los servicios públicos y consolide la autonomía del Estado frente a influencias externas.


Ibrahim Traoré presidente interino de Burkina Faso.

El cambio constitucional es parte de un paquete más amplio de reformas transicionales, que también incluye la modificación de instituciones clave y la promoción de mecanismos tradicionales de resolución de conflictos, buscando una mayor inclusión social y participación ciudadana.

Burkina Faso se convierte así en uno de los pocos países africanos que otorgan a las lenguas indígenas un estatus oficial pleno, reflejando en sus instituciones la riqueza y diversidad cultural de su población y marcando un hito en la historia de la nación.