
El Gobierno nacional avanzó en el desmantelamiento de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), pasando a disponibilidad a 97 empleados como primer paso hacia la posible disolución del organismo.
Creada en 2008, la ANSV coordinaba políticas públicas destinadas a la seguridad vial y logró reducir significativamente los incidentes en rutas durante su funcionamiento.
Con la disolución del organismo, sus funciones se reasignarán: Gendarmería Nacional asumirá el control del tránsito en rutas nacionales y la Secretaría de Transporte absorberá las tareas administrativas, como la gestión de licencias y la coordinación de programas de seguridad vial.
La ANSV surgió para centralizar la gestión de la seguridad vial en Argentina, un área que históricamente había sido fragmentada entre provincias y municipios, permitiendo un marco unificado de regulaciones, educación vial y control de tránsito.
La reorganización busca optimizar la estructura estatal y garantizar la continuidad de los programas esenciales bajo nuevas dependencias.
FS