
El aumento se dispara tras la votación de abril de 2024, cuando el Senado aprobó a mano alzada y sin debate un régimen de actualización que ata sus haberes a los acuerdos salariales del personal legislativo.
Actualmente, los senadores perciben entre $9 y $9,5 millones brutos, según hayan renunciado o no al incremento de junio pasado. Con la nueva suba, el valor del módulo pasará a $2.554,84, lo que eleva las remuneraciones hasta $10.216.000.
En junio, poco más de 30 legisladores -entre ellos Martín Lousteau, Luis Juez, Guadalupe Tagliaferri, Carlos Espínola y Alejandra Vigo- presentaron notas ante la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, para rechazar el aumento. Sin embargo, la mayoría del cuerpo mantuvo el beneficio.
Villarruel, cuestionada por su silencio en torno a los aumentos, firmó un decreto que permitía a cada senador “adecuar o no, total o parcialmente, sus dietas”, aunque la decisión quedó a discreción individual.
La medida vuelve a colocar bajo la lupa a la Cámara alta en medio del clima de ajuste y conflictividad social, donde el contraste entre los salarios legislativos y la situación económica de la mayoría de la población genera fuertes críticas.
ND