23/08/2025 - Edición Nº928

Internacionales

Disciplinas escolares y símbolos borrados

Ron DeSantis y la ley que cambia la disciplina escolar en Florida

22/08/2025 | Nueva ley autoriza castigos corporales con consentimiento parental, mientras los cruces arcoíris enfrentan eliminación por “seguridad vial”.



Florida dio un giro polémico en educación y política urbana al aprobar dos medidas que han generado fuerte debate en el estado y fuera de él.

Por un lado, una nueva ley habilita a las escuelas públicas a aplicar castigos físicos a alumnos, siempre que exista un consentimiento escrito de los padres. El permiso puede otorgarse al inicio del ciclo escolar o antes de cada caso específico, y cada distrito debe decidir si permite esta práctica dentro de su reglamento oficial. El castigo físico en escuelas no es algo nuevo en Estados Unidos: hasta 19 estados aún lo permiten de algún modo, aunque Florida llevaba años con cifras reducidas. Sin embargo, solo en el ciclo 2023–2024 se reportaron más de 500 incidentes, principalmente en condados del norte y del centro del estado.

La medida obliga a cada distrito a revisar estas políticas cada tres años y someterlas a la aprobación de su consejo escolar. Para los críticos, esto significa un retroceso en materia de derechos infantiles, ya que la tendencia en la mayoría de los estados es prohibir esta práctica. Para los defensores, en cambio, representa una herramienta de disciplina que debería quedar en manos de los padres y las comunidades locales.

En paralelo, Florida ha avanzado con la eliminación de los cruces peatonales pintados como arcoíris, símbolos de inclusión y memoria para la comunidad LGBTQ+. El caso más resonante ocurrió en Orlando, donde el cruce cercano a la discoteca Pulse -escenario del tiroteo de 2016 que dejó 49 víctimas- recibió una orden de borrado. El gobierno estatal argumenta que este tipo de intervenciones constituyen un “riesgo de seguridad vial, dentro de una campaña más amplia para erradicar lo que se denomina asphalt art.

La medida no se limita a Florida: a nivel federal, también se han emitido advertencias contra los cruces arcoíris y otros murales callejeros, en línea con la postura de que los espacios públicos deben mantenerse libres de mensajes ideológicos. Ciudades como Key West, Delray Beach y Miami Beach han manifestado su rechazo y buscan alternativas legales para conservar estas expresiones culturales, mientras que activistas y vecinos han respondido con acciones de protesta creativa, como volver a pintar los cruces con tizas de colores luego de su borrado.


Senda peatonal en apoyo a la comunidad LGBTIQ en Miami.

Ambas decisiones -los castigos físicos en las aulas y la eliminación de símbolos LGBTQ en el espacio urbano- forman parte de una misma corriente política que en los últimos años ha caracterizado a Florida bajo la administración de Ron DeSantis: un modelo de gestión que apela al control social, el orden disciplinario y la supresión de expresiones disidentes o identitarias. Estas medidas, aplaudidas por sectores conservadores y criticadas por organizaciones de derechos civiles, refuerzan el perfil del estado como uno de los epicentros del debate cultural en Estados Unidos.

Florida se ubica así en una encrucijada donde el debate sobre autonomía parental, disciplina escolar y libertad de expresión en el espacio público se entrelaza con luchas históricas de inclusión, memoria y diversidad, marcando un precedente que podría extenderse a otros estados del país.