
Los relatos expusieron en primera persona detenciones arbitrarias, torturas, persecución política y el silenciamiento de quienes defienden la democracia.
María Alexandra Gómez, pareja de Gallo, relató la angustia de estos meses y exigió su aparición con vida: “Ocho meses han separado a Nahuel de su hijo Víctor. He hecho todo lo posible para dar con él, pero no he podido. Esta lucha sigue hasta que Nahuel sea libre”.
Daneli Gabriela Hernández denunció la detención arbitraria de su madre, la defensora de derechos humanos Nélida Sánchez, que cumple un año presa en El Helicoide. Explicó que fue arrestada bajo engaño y acusada con cargos falsos solo por formar parte de la defensa ciudadana de los votos en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. “Mi abuela de 78 años no debería ir cada semana a la prisión a visitar a su hija”, reclamó.
Andrés Guanipa, hijo y sobrino de los dirigentes opositores Pedro y Juan Pablo Guanipa, ambos presos políticos, relató el dolor de ver a su familia separada. “Mi padre lleva más de 300 días sin vernos; mis hermanos tuvieron que suspender sus bodas y mi hijo casi no conoce a su abuelo”.
La diputada exiliada Elimar Díaz subrayó la criminalización de la actividad política en Venezuela y la persecución que la obligó a abandonar su país. “No es una disputa partidista: es una violación sistemática de derechos humanos que se intensificó tras las elecciones del 28 de julio de 2024”, afirmó.