
Gastón Zárate volvió a los tribunales de Río Cuarto. Lo hizo este viernes desde el penal local, para enfrentar una nueva instancia en la investigación que lo señala por el crimen de Rubén Acuña Ustarroz.
El pintor de 46 años, conocido por haber sido involucrado en el caso Dalmasso y luego sobreseído, se presentó ante la Fiscalía de Segundo Turno, aunque su paso fue fugaz. Ante el fiscal Javier Di Santo, Zárate negó su responsabilidad en el homicidio de Acuña, ocurrido el 16 de agosto en el Complejo Águila, donde ambos participaban de un partido de fútbol.
Según los investigadores, una discusión entre ellos derivó en una agresión letal: Acuña recibió un golpe en la cabeza con un fierro y murió de inmediato.
El acusado, sin embargo, se abstuvo de ampliar su declaración tras rechazar la imputación. En esa misma audiencia formalizó un cambio de estrategia: designó como su nuevo defensor al abogado José Gabriel Melano, dejando de lado la asistencia de la defensora oficial Ivana Niesutta.
La causa también tendrá en los próximos días la incorporación de la familia de la víctima, que se presentará como querellante. Por falta de recursos económicos, lo harán a través de un asesor oficial.
El caso vuelve a colocar a Zárate en el centro de la escena pública. En 2007 fue detenido como presunto responsable del femicidio de Nora Dalmasso, crimen ocurrido en Río Cuarto que marcó un antes y un después en la ciudad. Su arresto, en aquel momento, fue duramente cuestionado por la sociedad, que lo identificó como un “perejil” injustamente acusado. Finalmente, la Justicia lo sobreseyó en 2011.
Más de una década después, su situación es distinta: está acusado de un homicidio cometido en un hecho concreto, presenciado por testigos y en el marco de una discusión que escaló hasta la violencia extrema.
Mientras la Fiscalía avanza con la recolección de pruebas y testimonios, el caso mantiene en vilo a la comunidad riocuartense. Zárate, que ya marcó distancia con la acusación y cambió de abogado, comienza a delinear su defensa.