
Joaquín Pellandini se formó como deportista en Buenos Aires Cricket & Rugby Club, más conocido como “Biei”, integró Los Pumitas y cuando perdió lugar en el rugby de 15 pasó a jugar en Los Pumas 7s, para continuar en el sistema de la Unión Argentina de Rugby (UAR). Con el tiempo, después de su debut en Hong Kong, se convirtió en uno de sus máximos referentes.
En el Living de NewsDigitales repasó su carrera, los desafíos de Los Pumas, el mundo del rugby en Argentina, la imagen y perjuicios que tiene la sociedad argentina con respecto a los rugbiers y no le esquivó al debate de la profesionalización del deporte.
Pellandini, recordó que cuando volvió de jugar en Olimpia Lions, una de las franquicias de la Unión de Rugby de Paraguay, en 2022 “También jugué en Jaguares 15. Ese año no me fue muy bien, tuve una lesión de rodilla y no encontré mucho ritmo. Quedé afuera, y ahí surgió la oportunidad del Seven. Me llamaron para una prueba de una semana, y desde ese momento empezó mi camino”.
Con respecto a las diferencias con el rugby de 15, el “Mago” explica que “Las acciones en Seven son mucho más rápidas, y para eso tuve que ajustar mi juego en destrezas y en la intensidad. La posición también es más específica; en rugby de 15 soy como un cinco o 10, pero en Seven, por ser menos jugadores, muchas veces te toca estar en distintas situaciones del juego. Mi objetivo siempre fue ser el armador de juego, organizar al equipo”.
En 2024 Los Pumas 7s disputaron los Juegos Olímpicos de París, una experiencia importante para ese plantel. Pellandini, detalló que “Tenía el apoyo de 18 personas que viajaron especialmente para alentarnos. Fue muy emotivo, mis amigos y familia estaban ahí, y fue increíble tenerlos en un estadio con 80 mil personas. La rivalidad con Francia en ese torneo fue fuerte, pero más que nada por el contexto del Mundial del fútbol, que todavía dolía”.
En ese sentido, explica que “Pese al ambiente tenso, en Argentina los valores del rugby siguen siendo los mismos. En partidos de clubes, en el tercer tiempo, la camaradería está intacta. La rivalidad en la cancha no impide que en el fondo prevalezcan el respeto y las buena onda. La esencia del rugby tiene que ver con eso, con los valores y el respeto mutuo, incluso después del partido”.
De cara al futuro, el deportista destaca que “Este será mi cuarto año en el Seven, hay que tratar de ayudar a los nuevos jugadores que se están sumando en las últimas semanas, especialmente porque se redujeron muchos jugadores. Mi objetivo es transmitir mi experiencia y que el equipo se adapte lo más rápido posible para que en tres meses y medio ya estemos compitiendo al máximo nivel, sin tanta diferencia con los otros jugadores jóvenes”.
Por último, Pellandini animó a los padres a enviar a sus hijos a practicar rugby. “Sé que muchos tienen miedo por el contacto, pero el rugby es un deporte que forma valores, enseña a convivir, a respetar, y que además tiene una parte social muy importante” afirmó.
“El rugby para mí es como una segunda casa; voy cinco o seis días a la semana, y en esa comunidad encuentras amistad, compañerismo y un sentido de pertenencia. La parte social y de amistad que se genera en el club es muy fuerte, y además, el deporte en sí te enseña a afrontar la vida, a ser responsable y a respetar al otro, dentro y fuera de la cancha” agregó.