
El cierre de listas de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires dejó en evidencia la recuperación del control de Cristina Kirchner sobre la “lapicera”. Sindicalistas como Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Vanesa Siley y Huguito Moyano fueron ubicados en lugares seguros, mientras que Axel Kicillof recibió apenas dos curules a través del Movimiento Derecho al Futuro, relegándolo en la disputa interna del peronismo.
La boleta de octubre tendrá una fuerte impronta sindical y casi nula presencia de la conducción de la CGT, que había respaldado a Kicillof. La inclusión de figuras del movimiento obrero más combativo demuestra que la presidenta del Senado priorizó recompensar a gremios aliados y reforzar su influencia sobre la bancada legislativa.
Huguito Moyano, abogado de 40 años y presidente del Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo, firmó en el noveno puesto de la lista. Por su parte, Yasky, histórico dirigente de CTERA y SUTEBA, renovará su banca en el 13° lugar, mientras que Palazzo y Siley continúan liderando sus espacios, consolidando así la presencia de la Corriente Federal y La Cámpora en la Cámara baja.
Otros nombres sindicales importantes en la lista incluyen a Daniel “Tano” Catalano y Oscar “Colo” de Isasi, ambos vinculados a ATE y CTA, aunque ubicados en puestos menos seguros. La estrategia de Cristina marca la centralidad del sindicalismo en detrimento de referentes políticos tradicionales que habían osado disputar la conducción del peronismo, como Kicillof.
Fuera de Buenos Aires, otras listas del peronismo también presentan candidatos de origen sindical. En Córdoba, Pablo Carro regresa a la cabeza de la nómina del kirchnerismo; en Mendoza, Marisa Uceda combina formación laboralista con estrechos vínculos gremiales; y en la Ciudad, Víctor Santa María logró asegurar curules para Santiago Ruperto y Nicolás Trotta, consolidando la presencia de dirigentes obreros en distintos distritos.
La estrategia de privilegiar a sindicalistas no es exclusiva del peronismo. La izquierda también mantiene figuras de extracción gremial, como Romina del Plá y Mónica Schlottauer, mientras que fuerzas minoritarias como Encuentro Federal o La Libertad Avanza también incluyen representantes obreros. Esto evidencia que el movimiento sindical sigue siendo un actor central en la política argentina y que el control de las listas se mantiene como una herramienta clave para consolidar poder legislativo.