
La Libertad Avanza vivió una semana difícil en el Congreso, con una serie de derrotas consecutivas que incluyeron el rechazo de cinco decretos presidenciales, la sanción de tres leyes y el blindaje de la Emergencia en Discapacidad por parte de la oposición. Pese a la derrota, el oficialismo busca mostrar el vaso medio lleno y resalta que buena parte de los “87 héroes” iniciales se mantiene intacta.
Entre los proyectos rechazados destacan decretos que disolvían organismos como Vialidad Nacional e intervenían el INTI y el INTA. Con las facultades delegadas ya vencidas, cualquier medida similar requerirá nuevamente aprobación del Congreso, limitando la capacidad de acción directa del presidente Javier Milei.
Además, la oposición logró sancionar leyes que el Gobierno prometió vetar, como la Ley de Financiamiento Universitario y la Emergencia para el Hospital Garrahan, mientras que la Cámara de Diputados avanzó con iniciativas de los 24 gobernadores, como la coparticipación automática de ATN. Estas medidas implican un costo político y fiscal considerable para el oficialismo.
Pese a la paliza legislativa, la Libertad Avanza logró preservar algunos objetivos estratégicos: no avanzó la redistribución de fondos del Impuesto a los Combustibles Líquidos, y se blindó el veto sobre la actualización de jubilaciones y la prórroga de la moratoria previsional. Estas victorias parciales permiten al Gobierno mantener parte de su “superávit” y controlar la agenda fiscal.
El oficialismo también destaca que, gracias a maniobras tácticas de la oposición, no se concretó la primera derrota de un veto presidencial desde que Milei es Presidente: el de la Emergencia para Bahía Blanca. Las fuentes del bloque aseguran que se trató de una decisión estratégica para preservar iniciativas hasta contar con los votos necesarios.
En definitiva, pese a una semana que dejó saldo negativo, la Libertad Avanza intenta mostrar resistencia, mantener cohesionada su bancada y proyectar optimismo electoral. Sin embargo, la reciente ola de denuncias por corrupción que involucra a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem añade un nuevo desafío que podría afectar la percepción pública y la moral del bloque en las próximas sesiones.