
El vice primer ministro y canciller de Pakistán, Ishaq Dar, realizó una visita oficial de dos días a Bangladesh, convirtiéndose en el primer alto funcionario paquistaní en viajar a Dhaka desde 2012. El encuentro, calificado de “histórico” por ambas partes, buscó reactivar una relación bilateral marcada por la distancia política y las heridas del pasado.
Durante la estadía, Dar fue recibido por autoridades del gobierno interino de Muhammad Yunus y mantuvo reuniones con líderes políticos y representantes del sector económico. La visita incluyó la firma de seis memorandos de entendimiento, entre ellos la exención de visas para diplomáticos, acuerdos de cooperación cultural y educativa, y el establecimiento de un Grupo Conjunto de Comercio e Inversión. Además, se anunciaron 500 becas para estudiantes bangladesíes, en su mayoría destinadas a carreras de medicina, y el lanzamiento de vuelos directos entre ambos países.
Pakistán manifestó su interés en elevar el comercio bilateral hasta los 3.000 millones de dólares anuales, fortaleciendo el intercambio de bienes y la inversión conjunta. Dhaka, por su parte, expresó su compromiso con la revitalización de la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia (SAARC), en la que Pakistán y Bangladesh podrían desempeñar un papel renovado tras años de parálisis institucional.
Los acuerdos firmados reflejan una voluntad de mirar hacia el futuro, fomentando vínculos en áreas clave como la educación, la conectividad aérea y la diplomacia académica.
A pesar del tono optimista, el espectro de la guerra de independencia de 1971 sigue presente en la relación bilateral. Bangladesh mantiene el reclamo de una disculpa formal por parte de Islamabad por las atrocidades cometidas durante el conflicto, además de demandas de compensación y justicia.
Consultado sobre el tema, Ishaq Dar evitó comprometerse a una disculpa oficial, lo que refleja que la reconciliación histórica aún enfrenta barreras. Para Dhaka, este gesto sigue siendo una condición simbólica fundamental para cerrar un capítulo doloroso.
La visita de Ishaq Dar marca un giro diplomático relevante y abre una nueva etapa en las relaciones entre Pakistán y Bangladesh tras más de una década de distanciamiento. Los acuerdos en comercio, educación y cultura muestran un camino de cooperación pragmática, mientras que el peso del pasado sigue siendo un obstáculo para una reconciliación plena.
El desafío será sostener estos avances en el tiempo, equilibrando la mirada al futuro con el reconocimiento de una memoria histórica que todavía divide.