Brasil en vilo: el destino político de Bolsonaro se decide en los tribunales

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera política con el juicio en la Corte Suprema que definirá su futuro. Acusado de haber intentado un golpe de Estado tras las elecciones de 2022, el exmandatario permanece en arresto domiciliario en Brasilia, a la espera de un veredicto que podría conocerse en los próximos días. Sin embargo, para un amplio sector de la población y de su base política, lo que está en juego no es la justicia, sino una persecución política destinada a neutralizarlo como figura de oposición.

En las últimas semanas, el propio Bolsonaro mostró signos de desgaste físico y emocional, pero también de determinación. Sus aliados aseguran que se trata de un líder resiliente, dispuesto a enfrentar lo que consideran un proceso arbitrario y sesgado. Para ellos, las acusaciones contra el expresidente carecen de fundamentos sólidos y responden a una estrategia para impedirle competir en las elecciones de 2026, donde aún conserva un importante caudal de apoyo popular.

Un liderazgo aún vigente

Pese a las dificultades legales, Bolsonaro mantiene un fuerte respaldo en amplias regiones del país, especialmente en el sur y en el centro-oeste. En esas zonas, sus discursos a favor de la familia, el orden y la seguridad siguen resonando en sectores que ven en él la única alternativa real frente al gobierno actual. El hecho de que continúe siendo una figura central en el debate político demuestra que su influencia no ha sido neutralizada.

Diversos dirigentes de su coalición sostienen que las investigaciones recientes, incluyendo sospechas financieras, son parte de un clima de hostigamiento que busca deslegitimar cualquier posible candidatura futura. La publicación de mensajes privados y rumores sobre solicitudes de asilo son utilizados, según su entorno, para alimentar una narrativa de debilidad que no corresponde con la realidad política.

Aliados de Bolsonaro denuncian persecución política en su juicio por golpe de Estado.

Divisiones en la oposición

Es cierto que la coalición bolsonarista enfrenta tensiones internas, con figuras emergentes como el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, ganando protagonismo. Sin embargo, los aliados más cercanos a Bolsonaro insisten en que ningún otro líder conserva la capacidad de movilizar a millones de brasileños como lo hace él. La defensa del expresidente confía en que, incluso ante un escenario adverso en los tribunales, su figura saldrá fortalecida como símbolo de resistencia.

El desenlace del juicio marcará un antes y un después en la política brasileña. Para sus partidarios, Bolsonaro no es simplemente un acusado, sino un referente que lucha contra un sistema judicial politizado. Creen que el proceso, lejos de debilitarlo, puede reafirmar su liderazgo en un contexto donde buena parte de la sociedad percibe un exceso de poder concentrado en los jueces. Con esta narrativa, sus seguidores se preparan para mantener vivo el proyecto bolsonarista, convencidos de que la historia juzgará de manera distinta lo que hoy consideran una persecución.