Tiene denuncias por abuso, una pésima ética laboral pero empezó a filmar con Jon Voight

Bryan Singer, el director detrás de éxitos como X-Men y Superman Returns, ha regresado al cine tras ocho años de ausencia, marcados por controversias y su despido durante el rodaje de Rapsodia Bohemia en 2017. A pesar de su historial de acusaciones por conducta sexual inapropiada y problemas laborales, Singer ha dirigido en secreto una nueva película en Grecia en 2023, protagonizada por el ganador del Oscar Jon Voight.

Jon Voight, el padre de Angelina Jolie.

Este proyecto, un drama de época centrado en la relación entre un padre y un hijo, está ambientado en el contexto de la ocupación israelí del Líbano a finales de los años 70 o principios de los 80. La cinta, según una fuente que la ha visto, es “una película muy bien hecha con potencial para la temporada de premios”, aunque también podría generar controversia por su retrato crítico de Israel.

La carrera de Singer ha estado marcada por un talento innegable para crear películas comerciales que han generado miles de millones de dólares para estudios como 20th Century Fox y Warner Bros. Títulos como Los sospechosos de siempre le valieron Oscars a actores como Kevin Spacey y al guionista Christopher McQuarrie. Sin embargo, su trayectoria también ha estado ensombrecida por acusaciones de abuso sexual que datan de 1997, cuando dos adolescentes lo demandaron por obligarlos a desnudarse durante el rodaje de Apt Pupil. A lo largo de las décadas, otras denuncias similares han perseguido al director, aunque nunca ha enfrentado cargos criminales. Singer siempre ha negado categóricamente cualquier conducta indebida con menores, pero estas acusaciones han impactado profundamente su reputación.

El punto más bajo de su carrera llegó en 2019, en plena era del movimiento #MeToo, cuando un artículo de The Atlantic detalló supuestas conductas sexuales inapropiadas de Singer con menores, lo que resultó devastador para su carrera. Además, su despido de Rapsodia Bohemia por parte de Fox, debido a ausencias y un comportamiento errático en el set, marcó un precedente casi inédito en una producción de gran envergadura. Este historial de problemas laborales, que también se reportó durante la realización de las películas de X-Men, lo alejó de Hollywood, llevándolo a mudarse a Israel y a trabajar sin representación de agentes tras ser abandonado por WME.

A pesar de estos antecedentes, Singer intentó un regreso previo con una remake de Red Sonja para Millennium Films, un proyecto de 80 millones de dólares que no prosperó al no encontrar distribuidores en Estados Unidos. Ahora, con su nueva película, parece estar más cerca de lograrlo, ya que una fuente indica que un acuerdo de distribución en EE. UU. está próximo a concretarse.