19/09/2025 - Edición Nº955

Internacionales

Crisis interna

Jeannette Jara bajo fuego interno: ¿qué fracturas expone el PC?

29/08/2025 | La candidata enfrenta críticas desde su propia dirigencia, lo que profundiza la falta de cohesión en la izquierda de cara a noviembre.



La campaña presidencial de Jeannette Jara, candidata de Unidad para Chile, atraviesa un momento complejo. A menos de tres meses de las elecciones, la dirigente comunista no solo debe lidiar con un escenario electoral adverso, sino también con las tensiones que provienen de su propio partido. El más reciente episodio ocurrió cuando el presidente del PC, Lautaro Carmona, cuestionó públicamente sus declaraciones sobre el rol de Mario Marcel, exministro de Hacienda del gobierno de Gabriel Boric.

El episodio no pasó desapercibido. La reacción de Jara, quien respondió de inmediato a Carmona, dejó en evidencia las fracturas internas en el Partido Comunista y generó un ruido político que golpea directamente la cohesión de la campaña. En lugar de proyectar unidad, la candidata quedó en el centro de una disputa con la dirigencia de su colectividad, debilitando su imagen de liderazgo en un contexto de alta polarización.

Divisiones estratégicas

Este enfrentamiento refleja un desorden estratégico dentro del oficialismo. Mientras el comando de Jara intentaba enfocar sus críticas hacia la derecha, en particular hacia la candidatura de José Antonio Kast, la controversia interna obligó a la candidata a girar su atención hacia los conflictos con sus propios aliados. Este desvío de la agenda electoral debilita la narrativa de su campaña y proyecta incertidumbre sobre su capacidad de conducción.

Además, la disputa expone un dilema mayor: el PC se encuentra dividido entre sectores más ortodoxos y una militancia que busca modernizar el discurso. Jara, posicionada en un lugar pragmático, parece atrapada entre ambas aguas, sin lograr convencer del todo ni a la dirigencia tradicional ni a los votantes moderados que podrían respaldarla.

Errores acumulados

No es la primera vez que la candidatura de Jara enfrenta tropiezos. A lo largo de los últimos meses, su equipo ha cometido errores en la comunicación de propuestas, contradicciones programáticas y problemas de coordinación en la campaña. Estos episodios han instalado la percepción de un proyecto que carece de claridad y que responde más a presiones internas que a una estrategia coherente.

La falta de consistencia se ha convertido en un flanco explotado por sus adversarios. Mientras la derecha logra proyectar disciplina y claridad en sus mensajes, la candidatura de Jara aparece como un espacio de disputas permanentes, lo que alimenta la idea de una izquierda desordenada incapaz de presentar una alternativa sólida de gobierno.

Impacto electoral

Las encuestas recientes muestran que Jara no logra despegar en intención de voto. El desgaste interno, sumado a la baja popularidad del gobierno de Boric, genera un contexto poco favorable para la aspirante comunista. Los analistas coinciden en que cada nuevo desencuentro público en el PC reduce sus posibilidades de construir un relato competitivo frente a Kast y otros candidatos opositores.

En este escenario, la candidata enfrenta el desafío de recuperar el control de su narrativa. Para ello, deberá decidir si mantiene un tono conciliador con su partido o si opta por marcar distancia de la dirigencia, asumiendo una postura más autónoma que refuerce su liderazgo y le permita proyectar gobernabilidad.

Contra el país 

La crisis en torno a Jeannette Jara ilustra la fragilidad de la izquierda chilena en el actual ciclo político. El Partido Comunista, lejos de actuar como un bloque de respaldo, se ha convertido en un obstáculo para la consolidación de su candidatura. Esta contradicción interna evidencia que, más allá de los rivales externos, la propia estructura del oficialismo es uno de los principales factores que complican su proyección electoral.

Con las elecciones de noviembre a la vista, la candidata debe resolver con rapidez estas tensiones. De no hacerlo, corre el riesgo de que las disputas internas del PC se transformen en un lastre definitivo, debilitando no solo su figura, sino también la credibilidad de toda la coalición que la respalda.