
En la ciudad portuaria de Tianjin, al norte de China, se inauguró el centro de medios oficial de la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) 2025. El recinto fue diseñado para recibir a cientos de periodistas nacionales e internacionales y cuenta con equipamiento de última generación para facilitar la cobertura informativa de este encuentro multilateral.
El evento inaugural destacó no solo por la infraestructura, sino también por la incorporación de robots humanoides que dan la bienvenida a los comunicadores y colaboran en la atención a visitantes y voluntarios. Estos dispositivos tecnológicos forman parte de la estrategia china de mostrar avances en inteligencia artificial y robótica, proyectando una imagen de modernidad e innovación frente a la comunidad internacional.
La OCS reúne a potencias regionales como China, Rusia, India, Pakistán y países de Asia Central, y se ha consolidado como un foro clave en la agenda global. La decisión de presentar un centro de medios con robots interactivos busca reforzar el discurso de China como líder en tecnología aplicada a la cooperación internacional.
Las instalaciones cuentan con salas de prensa, espacios para transmisiones en vivo, áreas de descanso y soporte técnico avanzado. Según los organizadores, el objetivo es garantizar que la cobertura mediática de la cumbre fluya sin contratiempos y que la experiencia de los periodistas sea más dinámica y eficiente.
Más allá de lo tecnológico, la inauguración del centro de medios es un anticipo del papel que China desea jugar en la región y en el mundo. Mostrar capacidad de organización, innovación tecnológica y hospitalidad mediática se convierte en un mensaje implícito sobre su creciente influencia en Eurasia.
Los analistas consideran que esta puesta en escena es parte de la estrategia de soft power de Pekín: asociar su imagen no solo al poder económico y militar, sino también a la innovación, la diplomacia y la cooperación internacional.
La inauguración del centro de medios en Tianjin confirma que la Cumbre de la OCS 2025 será más que un encuentro diplomático: será también una vitrina para mostrar al mundo los avances tecnológicos de China. Con robots humanoides y una infraestructura pensada para la prensa global, el país busca enviar un mensaje claro: su liderazgo en el escenario internacional se sustenta tanto en el poder económico como en la capacidad de innovar.