04/09/2025 - Edición Nº940

Internacionales

Polémica en pleno partido

US Open: el incidente con un empresario que indignó a todos

01/09/2025 | Durante el momento de los autógrafos, un empresario polaco le arrebató la gorra que el tenista Kamil Majchrzak le entregó a un niño y luego amenazó con acciones legales.



Un momento que debía ser tierno se transformó en polémica: mientras el tenista Kamil Majchrzak firmaba pelotas tras vencer en cinco sets en Flushing Meadows, Nueva York, a Karen Khachanov, se sacó la gorra que llevaba puesta para entregársela a un niño en la tribuna. Cuando la soltó, el empresario polaco Piotr Szczerek -sin que nadie lo esperara- la arrebató de la mano del menor y la guardó en el bolso de su esposa. El niño, sorprendido, intentó retenerla sin éxito.

El momento fue captado por televisión y tuvo una repercusión viral inmediata. En redes sociales, muchos lo calificaron de egoísta, arrogante y vil, con apodos burlones como “CEO más odiado en Internet” o “Coldplay kiss‑cam CEO”.

¿Quién es Szczerek?

Piotr Szczerek es CEO y cofundador, junto a su esposa Anna, de la empresa polaca Drogbruk, especializada en pavimentación y paisajismo, con amplio crecimiento desde 1999. La empresa patrocina a jóvenes tenistas y a la federación nacional de Polonia. Tras la difusión del video, Szczerek y su esposa desactivaron sus redes sociales y la reputación de la compañía sufrió un fuerte impacto entre empleados y usuarios.

Szczerek admitió el hecho públicamente con frases como: “Sí, la tomé. La vida es primero quien llega se sirve. Si hubieras sido más rápido, la tendrías”. Además advirtió que podía tomar acciones legales contra quienes siguieran criticándolo públicamente. Posteriormente, circularon mensajes supuestamente suyos pidiendo disculpas y ofreciendo reparar el daño, aunque la autenticidad de esos textos no está confirmada.

El contragolpe de Majchrzak

Al enterarse, Majchrzak pidió ayuda a sus seguidores para localizar al niño, llamado Brock. Lo encontró rápidamente y le entregó otra gorra firmada junto con recuerdos deportivos, compartiendo la emotiva entrega con un mensaje: “¡Todo bien ahora!”.

Este episodio dejó en evidencia cómo un gesto de arrogancia de un adulto millonario puede generar indignación global, mientras que la empatía y la rapidez de reacción de un deportista pueden transformar un momento de injusticia en una historia de solidaridad y reparación.