
El resultado electoral en Corrientes desató un terremoto en La Libertad Avanza. El presidente Javier Milei estalló contra Lule Menem tras la pésima performance de su candidato, Lisandro Almirón, que apenas alcanzó el 8% y quedó en un humillante cuarto lugar. La bronca presidencial crece en paralelo al escándalo por las presuntas coimas en la ANDIS, sumando presión sobre la mesa chica libertaria.
Según dirigentes libertarios, Lule fue quien convenció a Karina Milei de rechazar un acuerdo con el gobernador radical Gustavo Valdés, quien había tendido puentes hasta último momento. Incluso hubo una reunión entre Karina y Valdés, gestionada por Santiago Caputo, pero el ala menemista impuso la estrategia de lista propia y apostó por Almirón. La jugada terminó en catástrofe electoral.
Para Milei, el error fue doble: no solo se perdió la chance de abrazarse al triunfo arrasador de Valdés —que superó el 52% de los votos—, sino que además se quedó con una derrota que expone las fracturas internas en su armado. El presidente considera que el fracaso correntino refuerza los argumentos para exigirle a Karina la salida de Lule de la mesa de decisiones.
El episodio profundiza la tensión en la cúpula libertaria. Mientras Caputo había intentado un acuerdo pragmático, el clan Menem se inclinó por la “pureza” libertaria, con exigencias imposibles y candidatos débiles. El resultado fue lapidario: Valdés consolidado, el kirchnerismo relegado y LLA hundida. Milei, golpeado en su imagen por los escándalos y ahora por las urnas, enfrenta un combo explosivo de cara a las elecciones de octubre.
DM