01/09/2025 - Edición Nº937

Política

Justicia y política

Tres años del atentado a CFK: del intento de asesinato a su detención

01/09/2025 | El juicio a los autores materiales sigue paralizado mientras Cristina Kirchner fue arrestada por corrupción y denuncia el rol político del Poder Judicial.



La tentativa de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner hace tres años marcó un punto de inflexión en la política argentina. No solo reflejó un ataque físico, sino también una vulnerabilidad institucional que persiste.

Por su parte, la confirmación de su condena en el caso Vialidad, junto con la falta de avances sobre los autores intelectuales, expone el rol del sistema judicial, el cual de acuerdo a la mirada que hace hoy la ex mandataria con arresto domiciliario, persigue fines políticos, consolidando estrategias de lawfare y de desestabilización democrática.

El atentado fue la expresión más extrema de un clima de violencia política que ya se percibía en la calle y en la retórica de sectores de ultraderecha. La radicalización de individuos como Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte estuvo alimentada por discursos de odio y campañas mediáticas previas, anticipando para muchos la irrupción de La Libertad Avanza en el poder y mostrando cómo la polarización y la debilidad institucional generan grietas profundas en la democracia.

El juicio evidencia graves irregularidades procesales: manipulación del celular del acusado, falta de cadena de custodia y decisiones que limitan la investigación solo a los autores materiales. Este enfoque deja sin esclarecer posibles responsables políticos o financistas, lo que contribuye a la percepción de impunidad y socava la confianza en el Estado.

La violencia de género fue un componente clave del ataque. La fiscalía y la querella subrayaron que la tentativa de homicidio estuvo atravesada por misoginia y el intento de disciplinar a una mujer en el poder, mostrando que la violencia política en Argentina combina componentes ideológicos, culturales y sociales que reproducen dinámicas de exclusión.

Los testimonios de grupos ultras evidencian cómo se construyen narrativas de odio que legitiman la acción violenta. La política del espectáculo, sumada a la inacción de ciertos sectores judiciales, genera un escenario donde la violencia simbólica y material se retroalimentan, erosionando la confianza pública en las instituciones.

El atentado y la presunta proscripción de Cristina Fernández de Kirchner exponen un fenómeno de concentración de decisiones judiciales y aumentan las denuncias por la instrumentalización política del Poder Judicial.

A tres años del atentado, el caso continúa siendo un punto de tensión en la vida política y judicial argentina. La falta de claridad sobre los autores intelectuales, las denuncias de irregularidades procesales y el trasfondo de polarización social evidencian las dificultades del país para fortalecer sus instituciones y garantizar que la justicia actúe con independencia, transparencia y eficacia, en un contexto donde la democracia sigue puesta a prueba.

DM