
Un fuerte terremoto de magnitud 6.0 sacudió el este de Afganistán la noche del 31 de agosto, causando al menos 800 muertos y más de 2.800 heridos. El epicentro se localizó en las provincias montañosas de Kunar y Nangarhar, donde aldeas enteras construidas en barro colapsaron bajo la fuerza del sismo, dejando a miles de familias atrapadas bajo los escombros.
Las labores de rescate se vieron dificultadas por deslizamientos de tierra y carreteras bloqueadas tras recientes inundaciones. Helicópteros militares realizaron al menos 40 vuelos de emergencia, evacuando a más de 420 personas entre heridos y fallecidos hacia hospitales de campaña. Equipos de salud y seguridad fueron desplegados de inmediato para atender la catástrofe.
El desastre ocurre en un contexto de profunda crisis humanitaria y fuerte reducción de la ayuda internacional desde el retorno al poder de los talibanes en 2021. La asistencia extranjera, que en 2022 alcanzó los 3.800 millones de dólares, se redujo a apenas 767 millones en 2025, limitando drásticamente la capacidad de respuesta ante emergencias.
Las políticas restrictivas del régimen, en particular la exclusión de mujeres de labores humanitarias, han complicado aún más el acceso de las ONG a comunidades vulnerables. Esto ha generado un vacío de apoyo internacional que ahora se torna crítico frente a la magnitud del desastre.
Ante la devastación, los talibanes hicieron un llamado urgente a la comunidad internacional para recibir ayuda humanitaria. Países como China e India, así como agencias de Naciones Unidas, expresaron disposición a enviar asistencia inmediata, tanto en suministros médicos como en equipos de rescate.
El terremoto se convierte en el tercero de carácter mortífero desde que los talibanes retomaron el poder, subrayando la vulnerabilidad de Afganistán ante los desastres naturales. La ubicación del país, en la intersección de las placas Indica y Euroasiática, lo expone de manera constante a movimientos sísmicos de gran impacto.
#Terremoto de magnitud 6.0 en Afganistán
— DW Español (@dw_espanol) September 1, 2025
El sismo y varias #réplicas han dejado al menos 600 muertos y más de 2.000 heridos, según balances preliminares.
El #epicentro del sismo se produjo en una región montañosa en la frontera con Pakistán. /cmw pic.twitter.com/jCB6rQHLUU
La tragedia en Afganistán evidencia cómo la combinación de factores naturales y políticos amplifica los efectos de un desastre. La falta de infraestructura adecuada, el aislamiento internacional y las políticas restrictivas del régimen limitan las posibilidades de una recuperación efectiva. La respuesta de la comunidad internacional será determinante no solo para salvar vidas en lo inmediato, sino también para definir la relación futura con un país marcado por la fragilidad y la desconfianza.