
En el comienzo de la semana previa a la elección de la provincia de Buenos Aires, el dólar se aceleró significativamente. El escándalo de coimas que salpica al oficialismo, nuevas denuncias de irregularidades en PAMI y un magro resultado del oficialismo en Corrientes, donde consiguió apenas un 8% de los votos, repercutieron en el mercado financiero.
Durante toda la jornada, el dólar mayorista operó en alza y terminó en $1.371,17, el nivel más alto registrado. Representa una escalada del 3,6% respecto del cierre del viernes pasado ($1323,83).
Así, septiembre inició con un dólar 2% por encima de la semana anterior y 3,1% superior al nivel promedio de agosto.
De este modo, la cotización revirtió la baja que había mostrado en los dos días previos, y retornó su senda alcista. Esta volatilidad es propia del actual régimen de flotación entre bandas, sin intervención del Banco Central que amortigüe los vaivenes.
El volumen operado fue escaso (USD 356 millones) en comparación con el viernes (USD 614 millones), pero esperable dado que hoy es feriado en Estados Unidos por el día del trabajo.
El tipo de cambio minorista se comercializó en promedio a $1.391,88, $30 por encima del viernes. El dólar MEP cerró en $1.376,49 (+1,4%) y el contado con liquidación (CCL) trepó 2,7%, hasta $1.391,51.
En paralelo, el dólar blue acompañó la suba, operando en torno a $1.370 para la venta y $1.350 para la compra.
El MERVAL retrocedió 2,3%, con caídas de YPF (-2,1%), Pampa (-3%), Galicia (-1,7%) y Telecom (-3,9%). Por su parte, el riesgo país se mantuvo en 837 puntos, el mismo nivel del cierre de la semana pasada.
¿Cómo cerraron las variables que monitorea el Banco Central?
Las reservas internacionales crecieron USD 64 millones, hasta ubicarse en USD 40.030 millones.
En cuanto a las tasas, la TAMAR se ubicó en 66,19% nominal anual, una tasa efectiva de 90,29%, mientras la BADLAR ascendió a 58%, esto es, 76,07% de tasa efectiva. La tasa de caución a un día en pesos promedió 47,95% anual, 0,10 puntos porcentuales por debajo del viernes.
El episodio de corrupción golpea en plena antesala electoral y refuerza la desconfianza en los mercados. La reacción del dólar dejó en claro que la volatilidad no responde solo a factores económicos: cada sacudida política agrega tensión a un escenario ya frágil. Y, con las urnas cada vez más cerca, los operadores descuentan que la inestabilidad será la norma más que la excepción.