
Haití vivió una nueva tragedia el domingo 1 de septiembre, cuando un accidente de tránsito entre vehículos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) dejó dos muertos y ocho heridos en las afueras de Puerto Príncipe. El hecho ocurrió en la localidad de Kenscoff, cuando un blindado que remolcaba a otro perdió el control y terminó impactando contra un muro, provocando el vuelco del segundo vehículo.
El balance oficial confirmó la muerte de un miembro de la misión, compuesta en su mayoría por efectivos kenianos, y de un civil haitiano que se encontraba en el lugar. Además, ocho policías de Kenia resultaron heridos, tres de ellos en estado crítico. Los lesionados fueron atendidos inicialmente en Haití y luego trasladados a la República Dominicana para recibir atención médica especializada.
La MSS, respaldada por la ONU y liderada por Kenia, fue desplegada en 2023 para apoyar a la Policía Nacional de Haití frente al control creciente de las pandillas. La capital, Puerto Príncipe, permanece bajo el dominio de organizaciones criminales que controlan hasta el 90% del territorio urbano. En este contexto, la misión enfrenta riesgos logísticos y de seguridad permanentes, que ya han cobrado vidas incluso antes del accidente.
Según registros previos, un efectivo keniano había sido asesinado en un ataque de pandillas y otro permanece desaparecido. El accidente del domingo se suma a este historial, alimentando dudas sobre la capacidad operativa y la sostenibilidad de la misión en un terreno marcado por la violencia y la precariedad.
Tras el accidente, la MSS expresó condolencias a las familias de las víctimas y reafirmó su compromiso de continuar con la misión en Haití. La embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe calificó el hecho como "profundamente consternador" y transmitió apoyo a los afectados. Washington, principal financiador de la misión, reiteró su respaldo político y logístico a los esfuerzos internacionales.
En Haití, el suceso ha generado preocupación entre la población local, que observa cómo la presencia internacional, lejos de garantizar seguridad inmediata, se ve envuelta en dificultades propias. Para muchos, el accidente simboliza los retos colosales de operar en un país donde la violencia, la inestabilidad y la falta de infraestructura multiplican los riesgos.
Kenyan police officer dies in road accident in Haiti pic.twitter.com/cEYID24qZj
— Kenyans.co.ke (@Kenyans) September 1, 2025
El accidente de Kenscoff deja al descubierto la fragilidad de la misión internacional en Haití, que enfrenta simultáneamente amenazas de violencia, precariedad logística y desconfianza social. Aunque los objetivos de estabilizar al país siguen vigentes, cada incidente erosiona la confianza en los resultados posibles. La tragedia refleja no solo un error mecánico, sino también las limitaciones estructurales de intervenir en uno de los contextos más complejos del hemisferio.