
En la madrugada del sábado, un grupo de delincuentes llevó a cabo un audaz robo en la tienda Dior ubicada en Via Strozzi, una de las zonas más turísticas y vigiladas del centro histórico de Florencia. El atraco ocurrió entre las 2:00 y las 3:00 de la mañana, cuando el local estaba cerrado al público.
Los ladrones accedieron a través de un edificio vecino, forzando una puerta que conducía al sótano de la tienda. Desde allí encontraron una entrada trasera que les permitió ingresar sin activar las alarmas principales. Una vez dentro, sustrajeron bolsos, ropa y bufandas, con un valor estimado de 200.000 euros.
El robo fue descubierto gracias a un sistema de seguridad que liberó humo dentro del local, obligando a los delincuentes a abandonar rápidamente el lugar. Pese a la rapidez del hecho, este mecanismo evitó que el botín fuera aún mayor y permitió preservar pruebas para la investigación.
Actualmente, la policía italiana analiza las imágenes de las cámaras de seguridad del área y realiza inspecciones forenses dentro de la tienda para recolectar pistas. Aunque hasta ahora no se ha detenido a ningún sospechoso, se cree que el grupo que perpetró el robo podría pertenecer a una banda organizada especializada en atracos a tiendas de lujo en ciudades europeas. Los investigadores están siguiendo pistas que incluyen posibles vehículos de escape utilizados y registros de movimientos inusuales en edificios vecinos.
Robos de este tipo han ido en aumento en Europa, especialmente en ciudades con alta concentración de tiendas de lujo y turismo. Las bandas organizadas suelen planear los atracos con precisión: estudian rutas de acceso y escape, horarios de menor vigilancia, sistemas de alarma y vulnerabilidades estructurales del local.
Los sistemas de seguridad modernos incluyen alarmas silenciosas, sensores de movimiento, cámaras de alta definición y mecanismos como liberación de humo para disuadir a los intrusos y preservar evidencia. Estos elementos fueron decisivos en el caso de Florencia, ya que permitieron que los ladrones huyeran antes de ser atrapados, pero dejaron suficientes pruebas para orientar la investigación.
Este tipo de incidentes representa no solo una pérdida económica significativa para las marcas, sino también un desafío de seguridad para turistas y residentes. Por eso, las autoridades locales han reforzado la vigilancia, y la cooperación policial entre distintos países europeos se ha intensificado para prevenir robos similares.
La investigación continúa abierta, con la policía analizando cada detalle del robo y siguiendo pistas que podrían llevar a la identificación y detención de los responsables en los próximos días.