07/09/2025 - Edición Nº943

Entretenimiento

Warner Bros.

Reseña de El Conjuro 4: la TikTokización del terror

03/09/2025 | Con Últimos ritos, Patrick Wilson y Vera Farmiga se despiden de los Warren.



En 2013, una pequeña película llamada El Conjuro cambió para siempre el terror del mainstream. En el auge de las franquicias y de las sagas, con Marvel como principal referente, James Wan construyó un universo alrededor de las leyendas desprendidas de todos los casos paranormales investigados por dos especialistas: Ed y Lorraine Warren. Interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, respectivamente, nos dieron más de una década de producciones y hasta spin-offs para conformar una saga compuesta por, hasta el momento, una decena de películas.

Esta semana llega a los cines, de la mano de Warner Bros., la última película de la saga conocida como los expedientes Warren, El Conjuro: Últimos ritos. En realidad, se trata de la última en la que veremos a Wilson y Farmiga en acción como Ed y Lorraine Warren, aunque esto no quita que no podamos ver más spin-offs o hasta otros momentos en la vida del matrimonio. De hecho, Últimos ritos comienza con un flashback en donde vemos a unos jóvenes Ed y Lorraine encarnados por otros actores (el mejor logrado es el Ed Warren de Orion Smith).

En El Conjuro: Últimos ritos la historia gira alrededor del caso que, de acuerdo a la placa inicial, fue tan severo que dejó su huella en este matrimonio. Como siempre, un demonio llega al corazón de una familia y es necesario el trabajo de los Warren para exorcizarlo. Y después de 12 años viendo tantas películas, la apuesta ya no resulta tan novedosa y fresca. Por eso es necesario un esfuerzo creativo importante para lograr sobresalir. 

Michael Chaves fue el elegido para llevar adelante esta historia de cierre y el elegido por cuarta película consecutiva como director; hizo La maldición de La Llorona (2019), El Conjuro 3 (2021) y La Monja 2 (2023). Y a esta altura, medio que ya le conocemos todos los trucos. Tanto a él como a la franquicia en general. Una franquicia que empieza a volverse casi tan inefectiva (desde lo narrativo, la taquilla dice claramente otra cosa) como los intentos de los sacerdotes amigos de los Warren que intentan detener a los demonios y siempre terminan sufriendo.

Poco más de dos horas dura El Conjuro 4 y la verdad es que se sienten. Sobre todo por lo excesivo de su introducción: tarda casi una hora y cuarto en terminar de sentar las bases para la historia que va a contar. Tampoco está a la altura la resolución: bastan alrededor de 15 minutos para que todo se defina. Y nada se gana narrativamente, todo es un cúmulo de situaciones que se encadenan casi como si se estuviera pensando más en el recorte para TikTok que en contar una historia con cohesión.

Hay algún que otro momento de buenos sustos, sí. Pero no hay que olvidarse que estamos en el cine intentando ver una película. Queremos que nos cuenten una historia. Y en ese sentido, el trabajo de Michael Chaves, junto con el de los guionistas Ian Goldberg, Richard Naing y David Leslie Johnson-McGoldrick, flaquea bastante. Se hace demasiado foco en cuestiones innecesarias que ralentizan el relato y se abusa de los golpes de efecto. Ni hablar de algunos efectos visuales que dejan mucho que desear.