
Con casi 600 mil electores, Mar del Plata es una de las ciudades determinantes de la elección del próximo domingo.
En los últimos 10 años se ha transformado en un reducto anti-K, donde Cambiemos se hizo fuerte y ahora La Libertad Avanza tratará de usufructuar la figura de Guillermo Montenegro.
Los antecedentes desde el 2015 son contundentes. En aquella elección, Carlos Arroyo, de Cambiemos, venció 47 a 37% al Frente Marplatense que llevaba a Gustavo Pulti como candidato.
En las legislativas del 2017, la supremacía de Cambiemos se amplió: 49 a 27%. Algo más compleja fue la elección del 2019, con un Mauricio Macri desgastado y el peronismo cosechando grandes números en todo el país.
A pesar de la derrota de Macri y María Eugenia Vidal, el PRO sostuvo el control de Mar del Plata. Guillermo Montenegro ganó con el 40%, apenas dos puntos por encima del Frente de Todos.
En la legislativa del 2021, Juntos por el Cambio triunfó por paliza. Obtuvo el 47% ante el 28% del kirchnerismo. No fue mala tampoco la elección de José Luis Espert, que cosechó el 7,3%.
Finalmente, en el 2023 Montenegro volvió a retener el municipio en otro escenario adverso por la floja performance de Patricia Bullrich. Se quedó con el 41% ante el 36% de Encuentro Marplatense, que llevaba a Fernanda Raverta como candidata. La Libertad Avanza, en tanto, logró el 20%.
De acuerdos a los sondeos, los libertarios ganarían por un cómodo margen en Mar del Plata, y más extensamente en la Quinta Sección Electoral. Una victoria que ayudaría a compensar potenciales derrotas holgadas en el conurbano.
FA