
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la OFAC, anunció una multa de 1,61 millones de dólares contra la empresa de logística Fracht FWO Inc., con sede en Houston. La sanción responde a la contratación de EMTRASUR, filial de la venezolana Conviasa, para un vuelo de carga en 2022 entre México y Argentina. El avión, con matrícula venezolana YV-3531, había pertenecido a la iraní Mahan Air, señalada por vínculos con el terrorismo y la proliferación de armas.
El vuelo transportó autopartes desde Querétaro a Buenos Aires y fue tripulado por personal iraní. Según OFAC, la operación generó casi un millón de dólares de beneficio directo al régimen de Nicolás Maduro, violando sanciones vigentes contra Venezuela e Irán. El caso, calificado como “egregious”, fue considerado especialmente grave porque la empresa ignoró múltiples señales de alerta.
OFAC identificó aparentes violaciones a varias normativas, incluidas las sanciones de Venezuela, Irán, y las relacionadas con terrorismo y proliferación. La agencia subrayó que Fracht tenía acceso a información suficiente para detectar el riesgo: el contrato mencionaba a EMTRASUR, el avión figuraba en las listas bloqueadas y la ruta incluía a Venezuela, bajo sanciones desde 2019.
A pesar de estas señales, los ejecutivos dieron luz verde al vuelo priorizando la urgencia comercial. El Tesoro recalcó que no se trató de un error aislado, sino de un incumplimiento consciente de las reglas de cumplimiento internacional.
La multa inicial superaba los 2,1 millones de dólares, pero fue reducida a 1,61 millones tras considerar la cooperación parcial de Fracht y sus medidas correctivas. Entre ellas, el despido de responsables, la ampliación del equipo de cumplimiento, la revisión legal obligatoria de contratos y una inversión de más de un millón de dólares anuales en sistemas de compliance.
Con este caso, Washington busca enviar una señal clara: las empresas que faciliten operaciones con actores sancionados en Venezuela e Irán enfrentarán consecuencias financieras severas. La decisión también reactiva la controversia sobre el avión retenido en Buenos Aires en 2022, convertido en símbolo de la alianza entre Caracas y Teherán.
¿Recuerdan el avión venezolano-iraní que llegó a Buenos Aires en 2022?
— Elisa Trotta (@EliTrotta) September 3, 2025
Hoy logramos un paso más para cercar a la narcotiranía de Maduro y a quienes lo financian.
EE.UU. multó con 1,6 millones de dólares a la empresa Fracht por contratar a EMTRASUR —subsidiaria de Conviasa,… pic.twitter.com/IhlCb2Y2s8
La sanción a Fracht muestra cómo un solo vuelo puede exponer redes internacionales de cooperación ilícita. El régimen venezolano y sus aliados iraníes aparecen nuevamente vinculados a maniobras financieras y logísticas al margen de la legalidad, mientras que el caso subraya la capacidad de OFAC para rastrear y castigar estas operaciones.
Para Estados Unidos, el mensaje es inequívoco: mantener la presión internacional sobre Maduro e Irán es clave para cortar las fuentes de financiamiento de sus negocios ilícitos. El “vuelo maldito” deja en evidencia que la lucha contra estas redes se libra tanto en el aire como en los tribunales financieros.